sábado, 25 de abril de 2015

Pongamos que hablo de Almeria ( I )




Desde que llegué por trabajo a Almería he ido descubriendo una Almería distinta y poco conocida. Todo el mundo conoce Almería por sus maravillosas costas, muy salvajes y virgenes, algunos la conocen por la pesca, magnifica en la zona, sobre todo para la pesca submarina. Otros, los mas, han oido lo maravilloso que es el cabo de Gata y su entorno y muchos lo han visitado. Y como no el desierto. Como todos sabemos muchos western fueron grabados en el desierto de Tabernas, queda incluso una pequeña industria turistica con paripé del salvaje oeste para los turistas curiosos.

Pocos son sin embargo los que conocen a fondo sus sierras, sus montañas fuera de la provincia. Almería es una de las provincias mas montañosas de España. Sierra Nevada o las Alpujarras, sierra de Filabres, sierra de Gador o las sierras de María, forman un intrincado paisaje poco conocido en general.

La caza es salvaje y el macho montes el rey, junto con el cochino. En las sierras de María, ya volcando hacia Murcia, encontramos al arrui tambien, acompañando a machos y cochinos. Tengo programada la caza de un macho de arrui en aquellas sierras con el amigo Rafa esta primavera, tengo muchas ilusiones puestas, pues no he conseguido cobrar un macho decente de arrui todavía y es la unica especie de caza mayor de España que me falta. La verdad por ser una especie repoblada nunca me hizo especial ilusión y aunque conseguí en sierra espuña hace ya unos 10 años una hembra con un permiso selectivo, ahora si tengo ganas de cobrar un buen macho que complete mi colección de fauna iberica. Además estas sierras de maría son las que me faltan por cazar y conocer de Almería.

Machete de unos 60 cm al que entré hasta ponerme a menos de 40 metros y perdoné por ser demasiado joven


Por supuesto el tiempo que pase por trabajo por aquí, quiero cazar y conocer a fondo estas maravillosas montañas, duras y agrestes de las varias sierras nombradas.


He podido en estos escasos 6 meses hacer algunas salidas tras machos y cochinos, he cobrado tres machos y una cochina que tiré pensando que sería un navajero, recechando las cabras con el amigo Victoriano que vino a verme en Marzo y cobró sus dos machos tambien. Y he salido algunos días de aguardo con los amigos Felipe y Miguel, de momento sin suerte, que tambien me invitaron amablemente a una batida que dieron en su coto y en la que aunque no ví ningún cochino, cobramos una cochina y se nos fué lo que pensamos sería un buen macho, que Jose, el hermano de Miguel tiró en el puesto de mi izquierda, antes de cobrar la cochina, yendose a criar.


Jose y Miguel con la cochina que cobró el primero en la batida

Me encanta la caza en estas montañas duras que no regalan nada, aquí para vivir hay que saber sacar de la nada, la montaña no hace regalos y los animales que habitan en ella tienen que hacer enormes esfuerzos para su supervivencia, siendo sin duda mas salvajes y agrestes que en lugares mas bonacibles. Las laderas son empinadas y pedregosas, con matas pinchudas, algunas que no he visto en mi vida y otras que no había visto en los tamaños que aquí adquieren. ¡Las aulagas, tienen hasta dos metros de altura en algunas barranqueras!

 
El amigo Felipe disfrutando de un buen desyuno en una mañana de recogida a los cochinos

Pero vamos con los machos: El macho que se dá por la zona es la cabra hispanica mas pequeña en volumen corporal y la llaman del sudeste cuando venden a los extranjeros un permiso para su caza, pues la industria turistico-cinegética se ha sacado de la manga cuatro subespecies distintas de cabra hispánica que la teoría dice que tienen a su vez cuatro formas distintas en sus cornamentas y por tanto cuatro trofeos distintos que vender al turista. Todo viene del famoso cazador premio Watherby Ricardo Medem que consiguió que el SCI distinguiera estas cuatro subespecies de macho montes, siendo despues las organicas de caza las que han sabido continuar con este mito, muy turistico pero poco cientifico la verdad.

La realidad es que solo quedan dos subespecies de macho montes en la peninsula. La cabra hispanica victoriae que es la que se da en la sierra de Gredos y todas las repobladas a posteriori con machos de allí como Batuecas, Riaño etc.. Y la cabra hispanica que es la que habita en el resto de montañas sobre todo al sur y este de la peninsula, con Sierra Nevada como maximo exponente, Sierra de gador, Filábres, Muela de Cortes, Ronda, Sierra Blanca, Cazorla y Segura etc..

Si que llegaron a existir cuatro subespecies realmente, pues a estas dos que nos quedan se añadían el Bucardo o cabra hispanica pirenaica, la mayor en tamaño corporal y la lusitanica la mas pqueña de todas, pero desgraciadamente ambas están extintas en la actualidad.

En cuanto a los diferentes desarrollos e incluso formas del trofeo de las dos subespecies que nos quedan, está claro para mi, que no obedecen ni mucho menos a subespecies distintas, si no que la evolución de las distintas poblaciones por escasez o abundancia de recursos, principalmente comida y agua, influyen enormemente en el desarrollo del trofeo e incluso se ha demostrado que tambien influyen en la forma de este. Por poner un ejemplo muy claro, el primer record de España y por tanto del mundo, de macho montes que consiguió cobrar el rey en Batuecas presentaba un trofeo completamente acarnerado que no tiene para nada, la traza de las cabras victoriae de Gredos que fue de donde vinieron estas cabras repobladas y gestionadas con brillantez por Jesus Losa en la reserva de Batuecas, entre las provincias de Salamanca y las perdidas Urdes cacereñas.

En aquellos primeros años de brillante gestión se batió reiteradamente este record en las sierras Salmantinas, casi siempre con machos en forma de lira que es lo lógico dado que es la traza mas representativa de estas cabras victoriae, pero aquel primer record "mutó" el trofeo hacia la tipica acarnerada de Sierra Nevada, eso si con una longitud y un desarrollo en sus bases y grosor de los otros dos tercios espectacular por la poca densidad poblacional y por tanto, el mucho alimento disponible y claro está por una gestión sobresaliente como comentamos antes. Las zonas de nueva colonzación suelen arrojar los mejores trofeos en todas las especies no solo en el macho, vease los trofeos espectaculares de corzo a principios de los 90 en las zonas cerealistas de Guadalajara, Burgos o Soria todas de expansión y nueva colonización por el capreolus.

Estos machos del sudeste son de entre todas las poblaciones españolas los que mas diformismo presentan en sus trofeos, pudiendose cobrar machos con forma de lira, quizá menos acusados los puntos de inflexión que en los de Gredos, diferentes formas mas o menos acarneradas, algunos casi en alfanje como es el tipismo en los machos de Ronda, Sierra blanca etc.. y otros completamente acarnerados pareciendose el trofeo al de los tures.

En cuanto a la calidad de los trofeos, llegaron a cobrarse espectaculares machos de hasta mas de un metro, eso si, siendo las bases mucho menores en diametro que en los de Gredos o Batuecas, aunque despues mantienen mejor el grosor en los tercios superiores que estas. La sección del cuerno es mucho mas aplastada con una caracteristica quilla y los medrones menos marcados que en los de gredos que parecen muchas veces tallados a cincel. La absoluta falta de gestión en la caza tanto en terrenos publicos como privados y la sarna que afecta mas a los machos viejos, que tampoco se ha gestionado, y han hecho que los trofeos mermen enormemente en la zona, siendo muy dificil encontrar machos de mas de 10 años excepto dentro del parque nacional, en el cual como sabemos por la ineptitud y la politica no pueden cazarse y gestionarse deportivamente.

No obstante me hacía especial ilusión cobrar un macho por aquí, pues no había cazado los machos mas que en Gredos y Cazorla, cobrando en Cazorla además, tres trofeos todos en forma de lira y un selectivo, por tanto faltandome cobrar alguno verdaderamente acarnerado que son preciosos, pues los cinco machos que tengo de Gredos tambien son en forma de lira como es habitual allí. La caza de montaña es sin duda una de mis cazas favoritas y aunque tengo amplia experiencia en la caza del sarrio y el rebeco cantábrico, el macho lo he cazado menos asiduamente y tenía ganas de explayarme con tan insigne trofeo que es el macho montes. El ave fenix de la caza en España como acertadamente lo definió Yebes en su 20 años de Caza Mayor.

He cazado en estos 6 meses 3 machos en estas sierras Almerienses, cazando además en terrenos de las tres sierras Sierra Nevada, Gador y Filabres ( realmente las otras dos son podríamos decir, tributarias de sierra nevada ) y otros dos que he acompañado al amigo Victoriano y me han encantado estas desconocidas y duras cresterías. Ademas de los tres machos que he podido cobrar, uno es en forma de lira otro bastante acarnerado y el ultimo completamente acarnerado que me hacía especial ilusión, de hecho con este tercero me propuse no tirar si no era de esta traza, no siendo que encontrara alguno de mas de 75 centímetros de alguna de las otras.

El primero de ellos, el mas joven de los tres, pues no supera los 8-9 años y el mayor en puntuación con 204 CIC y unas longitudes de 70 y 68 centímetros en cada cuerno y medalla de bronce, pues en estos machos del sur el CIC ha bajado la puntuación para equiparar algo a los victoriae dejando el bronce en estos del sudeste en los 195 CIC contra los 205 CIC que hacen falta para el bronce en los victoriae.

Obviamente si existiera algun tipo de gestión cabal, es una barbaridad tirar un macho de menos de 10 años, pues en las especies poligamas y mas en el macho, un macho no cubre normalmente a hembras sino a partir de los 10 años y por tanto si es un macho con porvenir y buenos crecimientos no debe quitarse hasta los 12-14 años para que deje su impronta en al menos 3-4 años en la descendencia. Este primer macho mío sin duda hubiera llegado a ser un gran trofeo pues el crecimiento de sus medrones así lo indicaban, pero ya digo es hartamente dificil encontrar un macho de 10 años en estas sierras, fuera del parque de Sierra Nevada. En el celo del año que viene lo voy a intentar pues los machos viejos que jamás salen del parque, es el unico momento en que se descuidan y atraviesan las lindes en busca de cabruchas despistadas a las que cubrir.



El primero de los machos



El segundo de los machos que he podido cobrar es bastante acarnerado como dije, aunque no de los mas radicales y es un macho muy bonito tambien, este de 11 años y con 68 centimetros en el cuerno derecho y 66 centimetros en el izquierdo, quedando en los 197 CIC, medalla de bronce tambien con el actual baremo.

Este macho me ha demostrado que no son blandos para nada estos bichos como se piensa. Lo fallé miserablemente en primera instancia parado y atravesado a unos 210 metros, sin duda por la precipitación y mal apoyo, pero tras cerrojear le enganché a la carrera a unos 180 metros, con una norma pp de 180 grains del .300 win mag, pues el 7mm que suelo emplear para estas cacerías estaba en la armería cambiando de visor, le he puesto un zeiss custom 5-15x42mm con tubo de pulgada que ya he estrenado cobrando una cochina y el tercer macho y que es uno de los visores mas recomendables para caza de montaña, por su ligereza y calidad optica y su reticula en segundo plano. Pues con un balazo del .300 win mag que le había arrancado por completo un jamón y reventado literalmente el bandullo por dentro, el macho arrastrado por otro menor que le acompañaba anduvo mas de dos kilometros, gran parte cuesta arriba y subiendo peñas y no pudimos cobrarlo sin perros, pues aunque el rastro de sangre era brutal y esperabamos mi guía y yo encontrarlo muerto o agonizando en cualquier momento, se nos metió la noche sin dar con el.

Con los teckel fue cobrado a la mañana siguiente a unos 200 metros de donde dejamos el rastro la noche anterior. Pienso que es recomendable emplear un calibre magnum, el 7 mm rem mag. lo veo idóneo, para estas cacerias pues se tira a veces a buena distancia y no son tan blandos estos machos como la gente dice.

Indudablamente un disparo bien colocado en las paletas del .243 es suficiente medicina para ellos, pero el viento lateral en la montaña o un posible disparo no tan bien colocado nos pueden hacer muy fácilmente quedarnos sin macho que al precio que se cotizan y que muchos organicos te cobran los heridos como muertos no es plato de buen gusto.




Momento del cobro del segundo macho por los teckels


El tercero de los machos que he cobrado es el que mas ilusión me ha hecho en realidad, siendo menor que los dos anteriores ( 62 y 64 centimetros de largo, pero con buenas bases de 24, que no está nada mal para estos machos ). Me propuse como dije para este tercero, no tirar nada por debajo de los 75 centímetros si el trofeo era en lira o algo acarnerado, y si me encontraba con alguno totalmente en forma de carnero si lo tiraría aunque fuera algo menor. Con espectativas muy altas iba por tanto, pues como decíamos, encontrar fuera del parque y fuera del celo un macho con mas de 75 cm es poco menos que una quimera y en cuanto a estos machos totalmente acarnerados, pues mas de lo mismo, es dificil toparse con alguno, no abundan.

El caso es que conseguí un macho completamente "carnero", en el ultimo minuto cuando ya nos retirabamos y entre dos luces. El lance de infarto, tirado a pulso entre el monte bajo dentro de un pinar casi sin luz, entre un revoltillo de cuernos, ojos y patas, pues estaba con otros tres machos menores y obligadamente apuntando a la tabla del cuello, pues solo le veía cabeza y cuernos, hasta que al girarse me mostró un poco el pescuezo y ahí le coloqué la Federal acubound de 160 grains del 7 mm rem. mag. a unos 70 metros de distancia, una suerte, la verdad.


Tercer macho, este si completamente acarnerado, aunque de trofeo algo menor
 

En el celo, voveré si dios quiere a la sierra a intentar esta vez cobrar un macho al menos de 75 centímetros, dificil empresa pero no imposible, hay que perseverar y se puede conseguir....veremos.