sábado, 17 de febrero de 2018

Perdidos en La Pampa, buscando al puma


Para la segunda cacería en Argentina, quería el órdago a la grande. La primera ya contada en el blog me encantó como toma de contacto, pero para esta segunda quería algo mas autentico si, pero mucho mas incomodo. Cazar antílopes y ciervos axis en las verdes e inmensas praderas fue muy bonito sobre todo porque no se que tenemos los que hemos nacido en la vieja Andalucía que cuando vemos verde nos volvemos locos de remate. Todavía recuerdo la primera vez que fui por Asturias y Cantabría y eso que tendría yo unos 15 o 16 años. Me emborraché de verde. Cazar corzos y rebecos se convirtió en mi pasión creo que solamente porque lo hice por allí acompañando a mi padre, la primera vez.

Pero no por el capreolus o el rupicaprino en si, que nunca lo había cazado tampoco hasta esas 15 primaveras sino por lo verde, por los prados verdes. Sinceramente comparado con la primavera y el verano en las ásperas y amarillentas sierras de Cordoba tras los marranos o las berreas aquello me pareció la panacea para todos los sentidos. Hoy después de haber cazado en tantos sitios tan distintos no sabría elegir que prefiero. En la variedad está el gusto creo yo, y cada cosa tiene lo suyo.

El caso es que para esta segunda cacería Argentina elegí lo mas difícil, el puma como objetivo principal. Un búfalo de agua que no pude conseguir en las praderas de Madariaga y como no, mis queridos cochinos. Tengo en mente no volverme sin echar un puma en la talega. Sería imperdonable. Pero lo que tengo muy claro es que no pienso hacerlo en un criadero, donde se puede y muchos vienen a eso a la Argentina. Se que cazar un puma salvaje en su hábitat es muy muy dificultoso, algo fortuito mas bien, pero lo voy a intentar con esfuerzo los años que ande por acá como ellos dirían...

Mariano mi outffiter local me elige un lugar que puedo tildar de paraíso, de duro paraíso eso si. ¿ Y no son los mayores paraísos los mas duros a caso ? Voy a cazar en el limite de la provincia de San Luis con la de Mendoza, en el terreno que llaman Pampa seca, ojo no confundir con la provincia de ese nombre, hablamos del tipo de terreno. Y voy a cazar perdido en medio de la nada a unos 80 kilómetros campo a través de la carretera mas cercana, por llamarlo carretera y a unos 150 del pueblo mas cercano por llamarlo pueblo. La idea es pasar en pleno monte los 5 días de cacería echando algún sueñecito de un par de horas en el suelo áspero y seco pero cazando día y noche, 21 de las 24 horas.

Me pongo en camino hacia la pequeña ciudad de General Pico en la provincia de La Pampa unas 7 horas de coche por carretera infernal desde mi casa de Buenos Aires pues allí vive Mariano y allí nos encontraremos con el. Paola que me acompaña, y yo mismo. Nunca le estaré bastante agradecido por seguirme el rollo en mis locuras. El plan es hacer una parada técnica para comer un asado en su casa y desde allí con su pic up emprender otro viaje de 4 horas y media, 3 por carreteras mas infernales todavía y hora y media ya campo a través hasta llegar al cazadero situado en medio de la nada.

El cazadero son 15.000 hectáreas en una finca y otras 10.000 más en otra situada a una hora de carril de la primera. El terreno es áspero de pastizales secos, lomas y serretas y algunas lagunas llenas de vegetación de rivera. También muchas manchas de un monte de cabeza impenetrable por lo tupido y por lo pinchudo. Es prácticamente imposible atravesar estos montes bajos pues son todo pinchos del tamaño de un dedo de largo y además muy muy agresivos se te infecta enseguida cualquier herida provocada por ellos pues tienen veneno. En estas manchas por supuesto los cochinos entran y se encaman, pero los enclenques hombres no podemos entrar prácticamente. Además hay bosques de caldén que es un árbol tremendamente parecido a la encina y que igual que nuestras quercus arrojan un fruto que los cochinos devoran con fruición. Es pleno verano en este mes de Febrero y la temperatura durante el día ronda los 35 grados, bajando hasta los 5 o 6 por las noches y la luna la tenemos en cuarto creciente a punto de llenar en menos de una semana, lo cual nos va a permitir poder entrever y tirar por las noches sin asistencia de luz alguna.

Ambas fincas son propiedad de Willy y su hermano, terratenientes dedicados al ganado vacuno en medio de la nada. Son nietos de emigrantes vascos y se les nota. Guillermo ( Willy en adelante ) de unos 50 años, es alto fuerte y rudo como un roble, de mirada limpia y culto, a la vez que apegado a un monte duro y difícil. Su apellido también denota su vascuence origen. Sus abuelos vinieron de emigrantes a Argentina con muchas ganas de trabajar y a fuerza de mucho tesón consiguieron estas casi 25.000 hectáreas de terreno con unas 4.000 cabezas de ganado que hoy Willy y su hermano cuidan y miman con amor, casi con religión diría yo. Es un cazador nato además. Ama la caza, la caza autentica y es un pistero excelente. Se mueve de noche como un cochino viejo. Un gran cazador.

Me cuenta con pena que sus dos hijas no van a seguir la tradición y prefieren de todas la ciudad, ambas están estudiando en Buenos Aires. Lo cuenta con verdadera tristeza pues su pasión es el monte y la hacienda que su abuelo legó a su padre y este a ellos después. El se ha sacado el titulo de piloto y está para comprarse una avioneta que permitirá poder traer gente a cazar aquí en la nada recogiéndolas el mismo en Buenos Aires. Tiene una pista de aterrizaje de tierra ya construida tras la gran casona de la hacienda. Esto evita el calvario de kilómetros y el traqueteo por el monte que nosotros nos hemos comido, pues en dos horas y media se pondrá uno aquí desde el aeropuerto de San Fernando a las afueras de Buenos Aires. En el lugar no hay por supuesto ni cobertura de teléfono, ni luz, ni nada por el estilo. Tan solo un grupo electrógeno que por las noches permite apañarse con la luz y un teléfono vía satélite que solo puede usarse en caso de una emergencia grave. Esperemos no usarlo pensé yo cuando me lo comentan. Teniendo en cuenta que hay unas dos horas al pueblo mas cercano carrileando si es algo grave date por pasaportado.

Existen es esta zona bastantes alacranes que no son mortales en caso de picarte pero si lo puedes pasar un poco mal y varias especies de vívora venenosa una de ellas llamada falsa cascabel que si es mortal. ( Habrá que mirar al suelo bastante ) pensé también. Esta segunda parte me la contaron cuando ya llevaba un par de noches echado en el suelo haciendo aguardos al puma y a los cochinos, que detalle. Dentro de la casa en los días que hemos pasado he podido chafar varios de estos alacranes simpáticos.

La idea es pasar las noches enteras hasta el amanecer de aguardo en los aguaderos, pues esta zona tiene contadas lagunas que con el calorazo, tienen forzosamente que usar el puma y los jabalíes también. Hay bastante cochino y en los 5 días de caza vemos cientos de ellos, otra cosa es que no tiraré ninguno que no sea un verraco. Veo bastantes navajeros de 5-6 cm de colmillo fuera que no tiro, pues solo pretendo tirar si me topo un muy buen cochino. No me interesa matar navajeretes pero además es la mejor época para cobrar un puma y una de las mejoras fincas para hacerlo además y no quiero andar pegando tiros a cualquier cochino para joder la posibilidad de cobrar un gato.

Lo cierto es que matar un puma es dificilísimo y mas bien cosa de fortuna pues es cuasi imposible que entren a los cebos como los leopardos , normalmente solo comen caliente, lo que cazan. Aunque muy hambrientos si pueden entrar, pero es casi inaudito así. Existe otra forma que es levantarlo y acosarlo con perros para matarlo en un sucio lance a cascaporro cuando se encarame a un árbol. No es ético este sistema y me niego a acabar con tan bella criatura en esta forma. Un cliente hace un par de años tuvo la fortuna de cobrar un grandísimo macho que se encontró comiendo del cadaver de un búfalo que había matado por la mañana y dejado el cobro para la tarde, pero pocos casos así se dan. Seguramente el viejo puma llevaba muchos días sin comer.

En los aguaderos de madrugada o con mas suerte incluso al atardecer es la forma en que mas se han cobrado por aquí. Otras veces la fortuna, recechando otra especie te lo puede poner en el visor, pero harto complicado de día también.

Llegamos casi al atardecer a la finca y está empezando a formarse una tormenta tremenda, mala suerte. Tiene Willy una torreta con un comedero y vista también a unas pequeñas lagunas que hay para el caso que tenemos de que pueda ponerse a llover. Parece que además de varias piaras está comiendo un guarro bueno y decidimos probar esta primera noche aquí al menos hasta que pase la tormenta que se avecina. La chita del guarro no es descomunal pero es ya un buen cochino y luego nunca se sabe un cochino de 70 u 80 kilos puede tener una boca espectacular. De todos modos con la tormenta que se avecina es lo que hay, al menos estaremos a resguardo en la casetilla.

Vista de las lagunillas desde la parte derecha de la torreta
Nunca me han hecho gracia las torretas la verdad, pues pierde uno un montón de vista, oido y unión con el campo y los cochinos. Además no he tenido suerte normalmente en ellas, aunque algún buen guarro ha caído en esta forma pero no son para mi. Nos encaramamos Mariano y yo poco antes de atardecer y al llegar con Willy y mirar los bajos del comedero nos damos cuenta que estaban los marranos ya comiendo y los hemos espantado al llegar con el todoterreno, las huellas frescas nos lo dicen. Vaya.

Al poco de atardecer se desencadena la tormenta mas impresionante que haya visto últimamente, lluvia, truenos y lo peor, un vendaval que asusta. Hasta tal punto que tenemos que cerrar los laterales de la torreta dejando solo la tronera frontal, la que apunta al comedero.

Como a las 12 y en vista que el temporal no amaina, sobre todo el fuerte viento, decidimos llamar a Guillermo por el walkie para que venga a por nosotros y terminemos la noche. Empieza bien la cosa, primera noche perdida por una tormenta. Visto por el lado bueno así por la mañanita temprano relativamente descansados podemos buscar algún ejemplar interesante para cobrar mi primer búfalo de agua.

TRAS EL BÚFALO DE AGUA

Salimos temprano tras un buen desayuno a buscar huellas de los búfalos, aunque no es necesario pistear mucho pues en esta zona las lagunas son relativamente escasas para bien de nuestros objetivos. De esta forma será mas fácil esperar al gato y los cochinos en estos aguaderos y localizar los búfalos también, pues como su propio nombre indica estos bufalos asiáticos adaptados en distintas zonas de Argentina hace muchos años, tienen que estar necesariamente cerca del medio acuático. Estos búfalos son quizá la ultima especie que se introdujo en Argentina y no precisamente con fines cinegéticos como todas las demás. Un loco vaquero de la región de corrientes no tuvo mejor idea que pretender cruzar su ganado con estos bicharracos para meter según el rusticidad a su ganado. Esto era del todo imposible pues estos bichos no se cruzan con el ganado domestico, es mas siquiera por inseminación artificial sería posible. Después de percatarse de este punto el vaquero metido a experimentador los dio suelta extendiéndose estos por toda esa región y convirtiéndose en una especie mas de caza salvaje como lo es efectivamente en su hábitat. De ahí y dado lo interesante de su caza se introdujeron en otras regiones Argentinas.

Son tremendamente agresivos estos bichos y bastante interesante su caza, además de mucho mas barata de practicar que el cazar bufalos cafre en abierto en Africa. También mucho mas barato que cazar los cafres en fincas cerradas de Sudáfrica, amén de mucho mas interesante pues estos acuáticos argentinos se cazan completamente en abierto, viven salvajes en regiones abiertas vamos. Lo que si es mucho menos espectacular su trofeo pues carecen del espectacular boss de los africanos.

El suceso que pudimos presenciar por la mañana con una manada de estos bichos dan idea de la agresividad que se gastan. Dicho suceso que paso a relatar era la primera vez que mis dos acompañantes argentinos lo presenciaban, quedaron boquiabiertos como quedamos Paola y yo mismo.

Arrancamos dirigiéndonos a una laguna de aproximadamente 400 metros de largo por 100 de ancho, situada entre unas lomas de pasto completamente seco en esta época. Willy suele ver una manada de unos 20 ejemplares allí. Llegamos a dicha laguna Willy, Mariano, Paola y yo mismo y efectivamente allí están las bestias negras. Son inmensos incluso mas grandes que los cafres africanos, llegan los machos grandes a los 900 kilos.

Nos colocamos a unos 120 metros de la manada parapetados en una lomita para poder observarlos y determinar si algún ejemplar merece una aproximación y un disparo. Estamos por lo menos 20 minutos valorándolos, llegando a la conclusión que no merecía la pena tratar de cazar ninguno de ellos pues los machos que lleva la manada son jóvenes todos o al menos no tienen un trofeo como lo que buscamos y entre las hembras que también se cazan tampoco hay nada excesivo. Las hembras tienen los cuernos algo menos gruesos normalmente pero los tienen incluso mas largos que los machos. Las viejas suelen ser mas agresivas aun que los machos, mas si llevan choto o es la hembra vieja y guía de la manada.

Manada de bufalos a unos 250 metros

Una parte de la manada a unos 100 metros nuestros, ya nos han detectado y nos miran para iniciar la estampida, no les hemos dado el aire, nos han sacado de vista.
De repente vemos un jabali de unos 60 kilos acercarse a la laguna a beber u hozar por las orillas desde la izquierda de la manada que ya nos está mirando para iniciar las estampida pues nos ha detectado. La manada que ve al cochino inmediatamente arranca en loca estampida directa hacia este y el primer bufalo que llega a el le mete una cornada al guarro que vuela mas de 4 metros hacia arriba dando volteretas. Acto seguido búfalo a búfalo lo pisotean con saña hasta dejarlo planchado contra el suelo, el cochino queda de costado inmóvil frente a nosotros. ¡Impresionante escena ! Miro el cuerpo del cochino con los prismáticos y no veo que haga movimiento alguno ¡ Lo han matado !

Mariano que lo está mirando con sus prismáticos desde otro ángulo me dice que no, que cree que está vivo todavía que le parece que mueve levemente la cabeza. Nos quedamos los cuatro completamente estupefactos ante lo que acabamos de presenciar, los dos argentinos mas todavía pues uno caza con clientes bastantes bufalos al cabo del año y el otro los tiene en sus terrenos y jamás ninguno de ellos según nos cuentan han visto algo parecido.

La manada tras la tremenda paliza al cochino se ha metido ahora dentro de la laguna y vuelven a mirar hacia nosotros bien envelados, con cara de pocos amigos. El único arma que llevamos es el Heym .375 HH magnum que yo porto y que abriendo el trípode dirijo hacia los bufalos por si les da por tomarnos por sparrings ahora a nosotros, igual que hicieron con el pobre cerdoso.

Durante mas de 15 minutos permanecemos así en esta ridícula situación, hasta que la manada inicia una estampida hacia la derecha y desaparecen. Todo este tiempo el maltrecho cochino ha permanecido de costado e inmóvil, pero ante el tropel de los bufalos se levanta y se aleja renqueante y tambaleando en dirección contraria al tropel. ¡ Como para quedarse ahí y que lo vuelvan a pisotear !

Cerrojeo el .375 y saco la bala con punta solida de la recamara volviendo a meterla en el almacén junto a las dos expansivas y nos retiramos hacia el coche que tenemos a unos dos kilometros trasponiendo un par de cerros. Nos retiramos a la casa a comer todavía alucinados por el espectáculo digno del National Geographic. Mariano porta casi siempre una cámara de video y le pregunto si ha grabado la escena a lo que me responde que si, que lo ha inmortalizado, deseando estoy que me envíe el video cuando lo edite.

Nos vamos para la casa comentando el lance y nos metemos un asado tremendo entre pecho y espalda, buena carne de la casa. Siestecita de 3 horas y en marcha de nuevo a las 15:00 a buscar otra manada de bufalos, consigamos el búfalo o no nos vamos a poner al anochecer Mariano y yo en una siembra de avena que tiene pisadas de varias piaras de guarros y de un macho excepcional, por su pisada redonda y grande y porque en tres ocasiones distintas han visto al cochino. Lo ha visto a pleno día Raúl uno de los gauchos. Muy cerca le salió del caballo un día que andaba revisando las entradas a la avena y se le quedó parado a 15 metros descaradamente. El cazador ve leña y el leñador ve caza.

A las pocas noches de verlo viene un cazador a la estancia y se pone por si lo tira. El guarro le entra temprano a la avena, justo anocheciendo y cuando lo tiene en la cruz, va el rifle y le pica, acerroja rápido y aun está el guarro parado aunque mas mosqueado que un pavo en navidad, lo tiene cruzado a  unos 80 metros. Le vuelve a picar. El guarro sale metiendo zapatilla. Pasados unos 15 días el verraco vuelve a entrar a la avena. Ponen a otro, lejos a unos 100 metros de la siembra y el guarro tras darle una vuelta tremenda para tomar el aire le entra de frente sobre las 2 de la mañana con buena luna bajando una lomilla que hay frente a la avena. Al cazador le han advertido que el guarro es un catedrático y que encima después de la aventura del anterior, procure tirarlo cuanto antes en cuanto lo tenga y no se confíe en dejarlo llegar a la avena que igual no llega. Este obediente y Español por cierto, sin dejarlo llegar y de frente a media cimbra de la loma le suelta un castañazo a unos 120 metros que no tiene mas efecto que poner al guarro el turbo y recibir desde dentro del montaco donde se mete, una tremenda broca el odioso cochino. Ambos malasombras atestiguan que el guarro es de órdago. Me cuenta Willy que el cochino lleva por lo menos dos año que vuelve a comer en la avena cuando llega el momento y que es un marranaco de por lo menos 7 u 8 años.

Nos dirigimos hacia otra laguna algo menor que la de la mañana donde también merodea una manada de búfalos y tras dejar el coche como a unos 2 kilometros nos acercamos con cuidado y viento a favor a ver si los sorprendemos. Allí están y con tiento y agachados nos ponemos como a 80 metros de los búfalos para observarlos a placer. No paro de pensar en la somanta que dieron los toros al desgraciado marrano por la mañana, mas que nada espero que no lo intenten estos con nosotros.

He dejado el .375 en la casa y llevo el Mannlicher .300 win mag con punta balístic Tip de 180 grains y no se si será apropiado para las bestias negras estas. Según Mariano si bien colocado el tiro, pero habrá que emplear 4 o 5 pepinazos para terminarlo, es lo normal incluso con algo mayor. Bueno procuraremos afinar, pensé yo...

En la manada de unos 30 bichos hay varios machos y hembras y algunos chotos y tardamos mas de 20 minutos en decidirnos. Entre los machos no hay nada excepcional, pero uno que es mas viejo que la orilla del río me dicen que no está mal, bien a por el! Yo solo quiero cargarme de una vez un bicho de estos, que después del intento de la otra vez y de lo de esta mañana les he cogido manía. Monto el trípode me dispongo a terminar el asunto, pero nos han barruntado y nerviosos se agrupan y no me dejan un tiro claro, se mueven de un lado para otro levantando el hocico y abriendo los ollares y por momentos tengo que encarar y desencarar, pues cada vez que tengo en la cruz al que me marcaron que es muy reconocible por lo marcados que tiene los huesos de las caderas de viejo que es, me lo tapa otro bicho. Por fin tras mas de 15 minutos de encara y desencara monto el pelo y le pongo la cruz en la base del cuello cuando levanta la testa para cargarse de aire.

Rozo el disparador y siento el plaf! claro contra el búfalo, toda la manada arranca en estampida por en medio de la laguna y a los 80 metros cuando ya he acerrojado y trato de adivinar cual es el herido cae como una pelota salpicando agua y haciendo temblar el suelo. ¡Espectacular pelotazo ha pegado el palomo!

Los tres me abrazan y felicitan por el fabuloso lance y el buen tiro que acabo de hacer, la verdad con el cuellazo que tienen estos bichos y a unos 80 metros, no hacia falta ser búfalo Bill nunca mejor dicho. ¿ Donde le has tirado? me pregunta Mariano, no es normal tumbar uno de estos de un solo tiro con un .300...Lleva el tiro en la base del cuello. Mortal de necesidad.

Búfalo de agua en el borde de la laguna donde mordió el polvo, el agua mejor dicho

 Son las 17.30 cuando llamamos a Raul, el gaucho para que traiga un cable y poder sacar la bestia del charco tirando con la Toyota pues tirando de pata va a ser que no sale. Mientras viene quemo un habano, que me fumo con placer viendo la operación "arrastre" de la bestia. Nos hacemos las Fotillos de rigor, la faena nos lleva casi dos horas bajo un sol de justicia, pero hete aquí mi toro.

Celebro el lance quemando un buen habano que me sabe a gloria

Detalle de la cabeza del viejo búfalo

Estamos agotados y quemados por el tremendo sol abrasador que cae a plomo sobre la pampa pero no hay tiempo que perder, tenemos que llevar a Paolilla a la casa, dejarla allí e ir a intentar jugársela al gran marrano que ya sabe latín a estas alturas por las dos veces que lo han tirado, pero hay que intentarlo. Si a las 2 de la mañana no ha entrado el guarro, vamos a recechar una gran laguna a unos 250 metros de donde entra y que frecuentan los pumas de madrugada para abrevar, lo haremos despacio y mirando muy bien sus orillas por si vemos algún buen gato, si no algún buen guarro podemos topar también, ¡ No suena mal el plan nocturno!

PRIMER INTENTO CON UN BUEN GUARRO

Soltamos a Paola en la casa que se queda con Daniela, la mujer de Willy, guapa y simpática argentina hija de español y libanesa. Willy nos dejará a Mariano y a mi con la pic up y mucho disimulo en la avena a ver si somos capaces de terminar ese guarro correoso que lleva años tomando la siembra. Hemos dispuesto colocarnos algo lejos de su entrada como a 150 metros, mucho para ser de noche pero este guarro escamado así lo exige y con la buena luna que hay, pensamos que podemos tirarlo bien. Camino del aguardo vemos la chita del marrano y es de órdago redonda grande y bien gastada. Clava las guardas bien, el verraco pesa sus 120 kilos lo menos...También cruzamos la pista de un puma de buen tamaño que merodea la zona según Willy hace tiempo ya, y que acostumbra muy de madrugada a bajar a las lagunas a beber, ojalá tengamos suerte. Me hace mucha ilusión cobrar un precioso gatazo pampeano.

Son las 20.00 mas o menos cuando nos aplastamos contra el suelo Mariano y yo armados de paciencia hasta los dientes para aguantar hasta las 2:00 la entrada del verraco, hora en que Willy nos va a recoger para recechar las lagunas los tres. Pruebo la postura y hago el ejercicio de apuntar varias veces con 8 aumentos puestos al borde del sembrado imaginando la silueta escurrida de atrás del gran marrano y me quedo conforme con el asunto, ahora solo queda esperar...

El aire, factor importante nos viene sesgado pero bueno para nuestras aviesas intenciones cochineriles. La noche va pasando sin mas sobresalto, es la una y media cuando Mariano me da un toque en la pierna y me señala el pecho de enfrente que sucio de monte baja a plomo hasta la avena que gusta mascar el guarro. Me susurra que baja el marrano muy despacio. Enfoco con los leica y efectivamente pegado a una mata como a unos 200 metros veo el bulto del marrano pegado a una mata. Se mueve tres pasos y se camufla en la siguiente mata, la jugada que está haciendo es de maestro, no va a ser fácil que entre, si se descubre ahí enfrente me apoyaré en el trípode e intentare terminar la discusión, pero de momento es una sombra lo que me muestran los prismáticos, cuando los cambio por el visor no veo mas que manchas. Imposible intentarlo de momento, a esperar tocan.

El marrano lleva como media hora haciendo la estatua con esa postura petrificada que los buenos cochinos adoptan reconociendo el terreno cuando recelan dar un pasito mas, la tensión es máxima y el momento mágico, no creo que haya momento en la caza de mas tensión o emoción que la entrada nocturna en plaza de un gran verraco, al menos para mi.

Escucho a mi espalda, lejos relinchar unos caballos y acto seguido la furgoneta de Willy que viene a recogernos ¡ Mierda ! son las 2:00 en punto y en eso hemos quedado si no tirábamos antes. Obviamente podemos decir adiós al marrano pues si nosotros lo hemos escuchado, el mucho mas y aunque Mariano susurra por el walkie a Willy que no avance mas y no escuchamos al guarro moverse, el bulto ya no está allí, podemos despedirnos de terminar el lance. Ha sido de emoción máxima pero de muy mala pata. Que vamos ha hacer, habrá que intentar ver un precioso puma en las lagunas o quizá otro buen marrano. Decimos por el walkie a Willly que puede avanzar y en 5 minutos llega pidiendo disculpas por habernos estropeado el lance.

UN RECECHO BUSCANDO AL PUMA

Recechamos las lagunas el resto de la noche viento a favor y vemos bastantes huellas del puma, pero de gato nada y vemos distintas piaras de guarros hozando y bañándose, algún machete mediano pero poco mas que navajeros. Nada que merezca la pena, solo voy a tirar a marranos grandes no me vale un navajero, así que a las 6:00 muertos de cansancio nos vamos para la casa para meternos un buen desayuno y echarnos 3 o 4 horitas para volver después a ocuparnos de registrar querencias y/o recechar algún carnero, antílope o búfalo si vemos algo interesante. De regreso a la casa ya amaneciendo vemos una gran manada de venaditos de la pampa una especie maravillosa y escasa casi en peligro de extinción. Son autóctonos y únicos en Argentina y me deleito observándolos, pues no pueden ni deben tirarse dada su fragilidad actual como especie. Ganas no me faltan de bajar algún macho de los que van en la manada. Willy esta cuidando y mimando esta manada que lleva varios años merodeando por la finca y que ha aumentado considerablemente es estos años. Cruzamos también numerosos ñandús, liebres europeas, liebres patagónicas que son graciosísimas , parecen canguros, mulitas, carpinchos en las lagunas y algunos antílopes negros, hembras sobre todo y algún macho mediocre, nada que merezca parar la pic up. La vida animal en estas tierras es abundantísima y muy interesante sobre todo para mi, pues son bichos nuevos.. Los conocí casi todos en las llanuras de Madariaga pero siguen llamándome poderosamente la atención.

La cantidad de caza menor abruma también, pintadas, perdices, palomas y tórtolas, patos de muchas especies distintas,... que se yo. El paraíso del escopetero.

Cuando llegamos a la casa encontramos a Paola con el gaucho tirando a la diana con el Ruger .223 rem. que tienen para matar alimañas y nos dice que está dispuesta a cobrar las dos especies de carnero que hay. El borrego y el carnero cuatro cuernos, ambos introducidos en la zona hace muchísimos años con fines cinegeticos y oriundos de Egipto. Varias veces me había dicho que le encantaría tener en nuestra sala de trofeos estos bichos espectaculares hechos de pecho y yo que tendría que matarlos ella si los quería pues no estaba dispuesto a disparar a la "oveja Dolly" cachondeo que ha tomado en serio para mi sorpresa. Llevo mas de 8 años intentando que se decida por cazar su primer bicho de caza mayor y ella que no. Incluso le compre un rifle de su tamaño hace 6 o 7 años un pequeño Remington seven plastiquero del .308 win. que jamás consintió emplear contra bicho alguno. El riflecito era una gozada y maté varios cochinos de aguardo en Barrancohondo con el antes de quitarlo ya que no pensaba usarlo a pesar de mi insistencia.

ESTRENO DE PAOLILLA

Dicho y hecho. Desayunamos y sin echarnos el sueñecillo reparador siquiera salimos en busca del borrego a pesar que no me tengo en pie de cansancio, antes que se meta mas calor. Willy tiene localizados al menos tres machos buenos en unas laderas muy empinadas que hay como a 8 kilómetros de la casa. Llegamos al pie de los médanos y dejamos el coche tapado con una gran arbusto. Llevo el .300 por si pincha el borrego poder rematárselo, con la emoción del momento no tengo yo todas conmigo que termine la faena limpiamente. Ademas nos dice Willy que son bichos bastante durillos para el .223 y que incluso con cartucho mayor suelen vender cara la pellica haciendo falta rematarlos casi siempre.

Recorremos varias laderas detectando un borrego solitario como a 500 metros bajando una de las laderas hacia un pequeño charco. Apretamos el paso y nos colocamos a unos 200 metros a observarlo y si le gusta a la cazadora intentar el lance. Estos borregos tienen una capa de lana espectacular y en la distancia parecen inmensas bolas de algodón. Los cuernos retorcidos con varias vueltas hacia afuera. Parecen los de los Ammon, un pequeño Argali. Este en cuestión, es un buen trofeo pero tiene los cuernos muy cerrados y nos dice Willy que busquemos otro que hay otros dos al menos mucho mas abiertos y espectaculares en la zona para hacer novia a la Paolilla.

Primer borrego que vemos, de trofeo muy cerrado que dejamos tranquilo en busca de algún otro mayor.

A regañadientes la cazadora acepta seguir buscando, ya tenía la mente preparada para el lance, jajaja. Seguimos registrando los médanos en busca del borrego ansiado y por fin tras mas de una hora de buscar damos con otro que tiene una cornamenta espectacular, larga abierta y muy gruesa. Nos dice Willy que a visto los últimos días otro mayor aun, pero a la pequeña Diana ya no hay quien la pare y dice que quiere ese. Agachaditos le hacemos una entrada perfecta y nos colocamos a  120 metros del bicho. Abrimos el apoyo y Paola se coloca para su primer lance. Respira hondo, monta el pelo como la hemos enseñado y dispara con decisión. SIIIIIIII!!!! Siento el poc en el corpachón del borrego que tras 4 pasos cae redondo de costado. Le ha pegado en todo el codillo ¡¡¡ Increíble !!! Todos jaleamos y abrazamos a Paola que suelta lagrimas de emoción. No se si está mas contenta ella o yo.

Echamos a correr tras las felicitaciones hacia el borrego y nos hacemos las fotillos de rigor con la primera pieza de caza mayor de la Paolilla,  que ordena al gaucho que la saquen de pecho y le hagan una manta con la capa sobrante que es espectacular.

La nueva discípula de San Huberto y su víctima

Willy, Paola y yo mismo con el precioso borrego
VUELTA A LA NOCHE, LOS COCHINOS Y EL PUMA

El calor es ya insoportable y nos vamos para la casa a comer un asadito como no, y a dormir esta vez una buena siesta que nos espera una noche larga en vela en busca del puma y los grandes cochinos. Nos despertamos sobre las 18.00 y tras tomar traquilos un cafelito nos ponemos en camino hacia una nueva laguna que también tiene rastros del gato y de varias piaras de cochinas con lechones y al menos dos machos uno muy grande y el otro de buen porte también aunque algo menor. Casi una hora de coche nos lleva el traslado pues en el camino vemos varios cochinos en un altozano ya hozando y nos detenemos ha entrarlos por si hubiese algún buen macho. Después de varios intentos conseguimos colocarnos a unos 120 metros de los cochinos que nos dan esquinazo un par de veces entre los médanos. Son marranas con lechones ningún macho. Llegamos a la laguna que será nuestro apostadero esta noche y tenemos otro piaron ya en ella. Solo hembras, pequeños y un par de machetes, nada de interés en los visitantes madrugadores tampoco.

Hay en las orillas del lago varias huellas del puma, parece un macho grande muy grande, según mis guías. Miro al cielo y pido con modestia que el gato baje esta noche a beber, tengo ganas de al menos ver un puma en su medio. Si luego no resulta ser un gran macho no lo voy a tirar, pero me encantaría al menos tener el primer gatazo pampeano por delante. Nos pelamos Mariano y yo toda la noche sin que el gato decida abrevar y si nos entran varias piaras de guarras y pequeños y dos veces navajeros de unos 5 centímetros fuera que tampoco nos sacarán una bala, tengo bien decidido solo tirar algún guarro que verdaderamente merezca la pena. Willy mientras tanto se ha puesto el solo con el walkie en otra laguna como a un kilómetro por si ve algún puma o buen macareno darnos aviso y que intentemos acercarnos a terminar el lance. Nada de interés verá tampoco. Varias piaras algún navajerete pero nada mas.

EL CARNERO CUATRO CUERNOS

Llegamos a la casa sobre las 6.00 y nos espera un desayuno de aupa, falta hace pues no hemos comido nada en toda la noche y llego hambriento de verdad. Paolita está esperándonos con su .223 al hombro para ir a buscar un carnero cuatro cuernos ¡ vaya hombre! parece que le ha cogido el gustillo a la pólvora....A pesar del bestial cansancio que tengo nos ponemos en marcha para que la nueva cazadora consiga su trofeo.

Recorremos varios lugares querenciosos para estos curiosos bichos venidos del Egipto a la Argentina y no conseguimos las primeras dos horas de marcha ver ningún grupo de estos, ni bicho solo tampoco. Mato un raposo a unos 200 metros con el pequeño .223. Le tiro echado en medio del herbazal y le coloco un tiro muy bueno que lo deja tieso sin sufrimiento alguno. También tiro una vizcacha que es para mi la primera y que despeno a unos 80 metros asomada a uno de los tremendos agujeros que hacen en el suelo a modo de madriguera. La echamos al maletero pues los gauchos se las comen, les encantan vamos.

Vizcacha. Un curioso bicho abundante de verdad en la pampa, los gauchos son aficionadísimos a su carne. Hay afición entre los cazadores deportivos Argentinos a la caza varmint como dirían los yankees y esta es la principal pieza en dicha modalidad.

En un momento que estamos los cuatro mirando cada cual hacia un punto cardinal distinto, Willy como no, descubre una manada de carneros de unos 15 ejemplares. A por ellos...

Están junto a una gran laguna y empleamos los juncos y eneas que rodean esta para taparnos y hacerles una entrada de libro, colocándonos a unos 100 metros de ellos. Permanecen echados y aunque hemos podido descubrir un gran macho entre ellos es imposible acertarles así. Le abrimos a Paola el trípode y le decimos que tras un silbido se levantarán y que se prepare para tirar al macho bueno que es el de mas a la izquierda. No las tengo yo todas conmigo con la jugada. Para cualquiera de nosotros bien acostumbrados, no es difícil el juego previsto, para Paola que no tiene la practica es un lance muy difícil planteado en esta forma.

Se prepara y Willy lanza un par de silbidos como dijimos. Los carneros se levantan rápido y con poca parada se ponen en marcha al trote, dejando a Paola con dos palmos de narices. No ha tenido tiempo de asegurar un disparo. Se cabrea un poco y se pone nerviosa, le digo que no pasa nada que ha hecho lo mejor en no tirar si no estaba segura y que los vamos a seguir lo que haga falta hasta que nos den otra oportunidad mejor. Esta promesa que en principio sonaba bien, resulta al final mas difícil de hacer que de decir, pues los carneros ya están escamados y los perseguimos por mas de una hora con tres intentos distintos de tirarlos sin que Paola llegue a disparar pues cada vez esta mas nerviosa y cada oportunidad que ofrecen es mas difícil pues se cubren unos a otros sin dejar un tiro claro sobre el macho que hemos elegido.

Por fin se paran y dejan un hueco entre unos y otros para poder tirarlo a unos 100 metros pero medio de frente, algo sesgado el buen macho. La pequeña cazadora dispara y veo perfectamente por los prismáticos como sea morcilla el macho emprendiendo loca carrera junto al resto de la manada. Paola se cabrea pues pensaba verlo caer como una pelota como al borrego. Le explico que esto es así pero esto no la consuela, yo estoy tranquilo pues se que va pegado bien y que se cobrará pero ella tiene un cabreo de aupa.

Finalmente encontramos el carnero a unos 500 metros del tiro mas o menos, el hijoputa se ha pegado un buen paseito para el tiro que lleva que le ha pasado limpiamente el pulmón, algo trasero eso si. Son bichos bastante duros comenta Willy con tiros del .300 andan bastante muchas veces así que con el pequeño .223 y su balita de 50 grains...El bicho es curiosísimo con un pelo tupido precioso y un trofeo tremendo aunque le falta uno de los cuernos partido en alguna pelea, así que el cuatro cuernos, resulta ser un tres cuernos. Este asunto tampoco le gusta a la exigente cazadora a la que intento explicarle que los trofeos son como los da el monte y que era el mejor macho igualmente, no parece muy convencida a pesar de nuestras explicaciones...jajaja

Paola con el pichi, nuestro pequeño teckel, una fiera y su gran carnero cuatro cuernos

NUEVO INTENTO GATUNO Y COCHINERO


Ultima noche y no hemos sido capaces siquiera de ver un puma, aunque si muchos rastros como he comentado. Si no fuera por estos inconfundibles rastros, hubiera pensado que el puma no existe, que es una leyenda, un fantasma. Pero si, no hay duda que hay pumas y que bajan a beber a las charcas. Me mentalizo que no será fácil matar un puma salvaje y menos en el primer intento en 4 aguardos pues la densidad de pumas incluso en este lugar que es muy alta no supera en ningún caso el ejemplar por unas 1.500 o 2.000 hectáreas y en esas hectáreas hay mas de 20 o 25 lagunas o puntos de agua a controlar para un solo cazador y un solo puma.

Willy me tiene reservada para la ultima noche la mejor baza, pero esta baza se encuentra en la hacienda de su hermano y nos separan de ella mas de dos horas de todoterreno por caminos infernales e incluso campo atraviesa, sin carril en muchos tramos.

La finca de su hermano es algo mas chica que la suya pero igualmente es un mundo pensando en los terrenos de España, tiene unas 10.000 hectáreas y es algo diferente a la de Willy. Tiene menos lagunas, menos puntos de agua. Esto es bueno para nuestra forma de caza, pues los animales tienen menos opciones para bajar a beber, además es una zona aun mejor para puma. Mas aislada aun si cabe y suelen cazar todos los veranos dos o tres gatos allí. En la casa veo la noche anterior la foto de un gran macho que un cazador consiguió hace solo dos meses en esta finca y es un ejemplar de ensueño, precioso.

Es a su vez mas llana y con mas monte bajo lo cual no se si puede verse como ventaja o desventaja. Mas bien sería ventaja en el sentido de mas protección y encame. Pero vamos no creo que este punto influya mucho en mi fortuna. Lo que si me esperanza es que hay pocos puntos de agua y en uno de ellos que no es mas que una charca de cemento, un pilón en mi tierra, hecho para el ganado esta entrando un gran puma y dos cochinos buenos, muchas noches dejan pisada estos visitantes.

Además Joaquin, el viejo gaucho que vive y se ocupa del ganado de este otro paraíso perdido, topó de morros junto al pilón un verraco espectacular un día antes de llegar nosotros sobre las 8 de la tarde. Salía de devorar la carroña de una vaca muerta a escasos 200 metros del pilón y se dirigía a este a beber cuando el gaucho que estaba revisando el caño que lo alimenta de agua corriente y pura desde un pozo cercano.

Llegamos a la finca tras un palizón de todoterreno por caminos polvorientos y son ya las 19.30 hs y nos vamos directos a ver como está la carroña de la vaca, que ya no es carroña solo queda el cuero y los huesos desparramados. No creo que los marranos lo tomen ya y vemos las huellas claras desde ella al pilón de dos marranos grandes. Además de piaras también. Uno de los marranos tiene una zapatilla de escándalo, una chita grande, redonda y roma y de un tamaño tremendo. La otra es de un navajero mas joven pero ya de muy buen tamaño, si entra este me temo que doble la cuchara pues es un señor marrano también. Quizá un cochino de 5 o 6 años, el otro es un viejo catedrático de mas de 8 años seguramente por lo gastado de su suela.

En el pilón hay huellas del puma. Los pumas, pues hay dos gatos distintos tomando el agua uno de ellos muy grande. Ambos bajaron a beber anoche, a saber a que hora bajan eso si. Le pregunto a Willy si no hay posibilidad que beban a pleno día mientras nosotros nos estamos pelando las noches en vela frente a los charcos.

Willy asiente con la cabeza y me dice que si, que cabe la posibilidad, que lo mas normal es que bajen de noche pero que se ha encontrado con pumas en verano bebiendo a las tres de la tarde o una hora antes de atardecer.

Nos colocamos Mariano y yo a unos 90 metros del pilón sentados en el suelo y Willy se va a controlar un pequeño charco casi seco que hay como a 600 metros del pilón, luego nos contará que también hay huellas de algún buen cochino allí, no así del puma que sin duda prefiere el agua fresca y corriente que recibe el pilón para que beba el ganado vacuno. Con la idea de venir corriendo a por mi si entrara algún buen cochino en dicho charco mas bien de barro y con poca agua ya.

Pasan las horas de buena luna y lo único que entra al pilón son vacas y mas vacas una tras de otra. Es como una procesión orquestada y calculada que debe suceder cada noche en este lugar casi nunca vigilado por seres humanos. Nos dejamos ambos los ojos en los prismáticos tratando de ver la raya del monte que está como unos 100 metros detrás del abrevadero.

Son las 2 de la mañana y yo ya casi que he perdido la esperanza que puma ni guarro entren al agua y el cansancio extremo por estos días de paliza y vela constante empiezan a hacer mella en mi, se me cierran los ojos por momentos.

Mariano que me ve en esta tesitura me anima a echarme un sueñecito tumbado en el suelo mientras el continua controlando el pilón....No me doy cuenta y me quedo frito aproximadamente una hora. De repente Mariano, son las 3.30 de la mañana me sacude la pierna con fuerza, me despierto medio atontado, no se muy bien si estoy despierto o soñando cuando me dice susurrando, el guarro, el guarro...
Estoy verdaderamente aturdido y me parece un sueño pero acierto a echarme los leica a la cara y veo un tremendo verraco que está llegando al pilón con esos andares que nos quitan el sueño, no me lo puedo creer. Hay dos vacas a la derecha del pilón otra a la izquierda y el marrano se pone de manos para beber el agua corriente delante de la vaca de la izquierda.

Sigo aturdido y sin saber si es sueño o realidad. Mariano me susurra que le tire que es un cochinazo y que le tire ya. Acierto a ponerme el rifle a la cara e intento apoyarme el codo en la rodilla medio de culo en el suelo como me encuentro. Veo el guarraco en la retícula y el punto rojo iluminado del visor Khales se mueve como una lagartija y no soy capaz en estas condiciones de pararlo en las paletas del marrano, que sigue tragando agua. También está la vaca de la izquierda que se sitúa en linea con el, y que Mariano me recuerda que tenga cuidado al disparar no vaya a planchar a la vaca. No soy capaz de tirarlo así. Me pongo rodilla en tierra abro el trípode y ahora si, tengo casi parado el rifle y veo el punto rojo que se mueve poco ya entre la paleta y el costillar del marrano, monto el pelo y rozo el disparador sin esperar mas....

El zambombazo del .300 rompe el silencio de una noche preciosa con buena luna y nubes violáceas en el cielo. Me he desencarado totalmente al disparo y no he podido percatarme de la reacción del marrano al tiro, pero estoy seguro que lo he cogido y en el cuarto delantero. Miro con los prismáticos y busco con ansiedad el bulto del guarro en el pelado, junto al pilón. Pero no está, no hay bulto.

Mariano me tranquiliza y me asegura que el guarro a acusado el tiro y ha salido despendolado dando corcovos hacia el monte que hay detrás y que está seguro por la reacción, que va herido de muerte.

Me anima a echarme un cigarro y después que busquemos el guarro, le digo que es peligroso de noche, pero me contesta que ha cobrado muuuuchos guarros de noche y que no me preocupe que vamos a cobrarlo muy cerca y muerto. Willy llega corriendo y le contamos la peripecia. Nos vamos los tres al pilón y allí no hay gota de sangre. Seguimos a tientas la dirección que tomó el marrano en la carrera encendiendo la linterna y veo el bulto del cochino como a 50 metros delante nuestra poco antes de la raya del monte. SIIIIII!!!! La alegría me embarga, que gusto da ganarle la partida a un verraco en la noche y en su terreno.

El guarro es fantástico, 110 kilos dio al pesarlo por la mañana y tiene 9 cm de navajas fuera, son anchas además. Un señor marrano. Una vez sacados por la mañana y medidos nos da 115 puntos CIC sin belleza, casi nada...Un orazo.

Le gané la partida. Un señor marrano. 115 puntos CIC.

Han sido unos dias de caza fantásticos, en un lugar de ensueño, muy salvaje, como cazaban nuestros abuelos, cuando España era otra cosa. Con menos cercas y menos todo-terrenos cómodos y cortijos con de todo. Caza sin prisas haciendo noches enteras al raso...En fin voy a volver varias veces mientras esté por aquí. El verano que viene seguramente. Es la mejor época para conseguir un puma por aquí, era mi principal objetivo y no lo he conseguido a pesar de lo querencioso del lugar. Buena excusa para volver claro que si.

La próxima cita será en menos de dos meses, berrea en La Patagonia en la fantástica finca de Carlos en Esquel, junto al río Chubut. Otro paraíso salvaje, esta vez de la montaña Argentina y con unos pavos de escándalo en abierto.

Después seguramente cazaremos en pleno invierno en Río negro, también terrenos patogónicos, los jabalís con Mariano. Al parecer es el mejor sitio de Argentina para matar unos cuantos buenos marranos. Después volverá el sueño del puma cuando vuelva el verano, aquí entre San Luis y Mendoza, en medio de la nada. Un paraíso para los que amamos la caza de verdad, sin cercas, sin artificios...