miércoles, 12 de junio de 2019

Caza menor en Entrerríos


Alguna entrada del blog tenía que dedicar a la caza menor en Argentina. Los que me conocen saben que la caza menor no es mi mayor pasión, yo siempre digo que la prefiero al golf desde luego. Pero lo mío es la caza mayor.

No obstante la sigo prefiriendo al golf, jejeje. Y como en Argentina la he practicado en numerosas ocasiones debo escribir algo sobre ello. Que duda cabe que cazar en este país la menuda es algo brutal y la envidia de los que sean verdaderamente aficionados a ella.

La cantidad y calidad de caza menor en este país es abrumadora. Tórtolas ( que no son tórtolas exactamente, paloma chica la llaman ellos ) varias palomas mas grandes, numerosísimas especies de acuáticas, tres especies de perdices, liebres etc... Son autentica plaga y los números que aquí vamos a exponer suenan a chino ya en España en estos tiempos de hoy.

Siempre practico la caza menor en la provincia de Entrerríos que limita con la de Buenos Aires al sur y también con Uruguay, río del mismo nombre de por medio. El gran río Paraná al otro lado, dan nombre a esta rica provincia en cuanto a naturaleza y agricultura se refiere. Lo de la caza menor como digo abruma.

Comencemos por las Tórtolas, que no son tórtolas... Es la especie que mas veces he cazado y tenemos que pensar en tirar unos 1.200 tiros entre la mañana y la tarde. 1.200 o los que queramos, pero vamos yo a esas alturas suelo retirarme. Las he tirado en varias épocas y es en los meses de Diciembre, Enero y Febrero cuando mas pájaros entran en esta zona pues están concentradas en los inmensos cultivos de soja, maíz etc... Y entran a millares, es difícil de imaginar si no se ha vivido. Baste decir que yo siendo un tirador mas bien mediano, pues no practico casi la caza menor hace años, he tenido un día de cobrar 870 tórtolas. En estas mismas épocas varios días de 650, 580 y barbaridades así ( no he superado esas 870 mas veces por dejar de tirar ya cansado la mayoría de las veces )

Después las he tirado en otras épocas ya sin esos brutales números, pues cuando comienzan a cosechar se esturean mucho mas y los pasos no son tan francos, pero vamos hablamos de bajar a 300 o 400 pájaros los días "flojitos". El paraíso como decía para los grandes aficionados a tirar pájaros vamos.

Con Paola y el amigo José y la "perchita" de mi puesto de tarde de un día del mes de Enero.

En la foto de arriba tenemos el tapete de un puesto mío de tarde y el pájaro verde que destaca es un lorito de las dos especies distintas autóctonas que hay. Son una autentica plaga y se pueden y deben matar sin miramientos. Los agricultores y dueños de los campos te ruegan encarecidamente que lo hagas, es tal el daño que provocan los pajarracos en cuestión a los cultivos. La verdad no tiro muchas cuando voy a las tórtolas, prefiero concentrarme en ellas. Parece ser que algunos Yankees de los muchos que vienen a la caza menor a Argentina se vuelven locos por tirar a los loritos. En fin como dijo el torero, mi paisano Guerrita "hay gente pa tó".

Al amigo Alvaro cuando vino en el mes de abril para cazar los venados en berrea a casa de Carlos, le llevamos después a tirar unas tórtolas. No es esta la mejor época esta pero aun así la cantidad de tórtolas que entraban era muy muy considerable también. El no es gran aficionado tampoco a los pájaros y se cansó pronto de tirarlos.

José, Alvaro y Paolilla en la barra del comedor de la casa de Athos, donde nos quedamos a dormir a veces cuando vamos a la caza menor a Entrerríos ( Gualeguaychú )

En esta ocasión que vino Alvaro nos quedamos en casa de Athos el cual es un personaje. De carácter muy gauchesco. lo que quiere decir que es callado, serio, irónico y a la vez justo, trabajador e inteligente. Le encanta la cocina y nos deleita con manjares a la vez elaborados a la vez completamente de la tierra, siempre con excelentes materias primas la mayor parte de ellas de productos de su casa y su huerta. El alojamiento es muy confortable y la casa decorada con buen gusto con cachivaches antiguos y camperos, lo mismo que nos gusta a nosotros.

Solemos quedarnos en casa de Athos siempre que haya sitio y si no tiene nos quedamos en la de Juan, la cual también está magnifica y confortable aunque no decorada con los cachivaches antiguos que tanto gustan a Paolilla y a mi también. Ambos tienen las casas dedicadas solo a cazadores extranjeros que vienen a las palomas, perdices o patos la mayor parte de las veces. Son los norteamericanos y franceses los mas habituales. Juan en cambio tiene mas conversación es hombre de mundo y tiene múltiples negocios, desde el ganadero y del campo, hasta restaurantes. Este lodge como ellos dicen, realmente es la ampliación de una de sus casas que está en pleno campo, donde va con la familia a pasar el fin de semana con sus caballos y perros, en fin sus aficiones y que amplían y acondicionan hace unos años para aprovechar este flujo de cazadores extranjeros sobre todo en el invierno a las cacerías de patos.

Otra bonita cacería que practicamos en Entrerríos es la perdiz con perros de muestra. Bracos alemanes normalmente. Existen varios tipos de perdices pero la mas común que solemos cazar es algo parecida a nuestra codorniz pero de tamaño mucho mayor, mayor incluso que una patirroja nuestra. No tiene ni mucho menos la bravura y potencia de vuelo que tiene una perdiz nuestra salvaje y aguanta bien la muestra de perro, su comportamiento y vuelo es bastante parecido al de las codornices, muy divertido también. Además tienen una perdiz que llaman colorada y que es mas deportiva o brava o como queramos llamarle pero hay pocas de estas. De las normales hay una verdadera barbaridad y aunque hay un cupo de 9 perdices por cazador y día, cupo que por supuesto siempre respetamos, este se puede hacer en una hora escasa cazando. Es tal la cantidad de ellas que hay. Yo prefiero ir a campos que ellos dicen tienen pocas perdices pues en los que hay verdadera abundancia pierde incluso emoción el asunto y tienes que dejar volar muchas sin tirarlas si no quieres terminar el cupo en un ratito y tener que irte para casa. También se tira algún pato y paloma mientras cazas la perdiz en mano con los perros. Los franceses suelen querer cazarlas sin perro, les gusta mas. También supongo que por el tema de la abundancia que comentaba. Cazan en mano y ellos mismos las levantan y cobran. No hay casi maleza que dificulte el tema de cobrarlas además.


Percha de perdices

Paola, José y el Pichi en la chimenea de casa de Juan
José, Paola y yo tras una mania con los bracos a las perdices


En fin siendo esta una caza de menos pim, pam, pum que la de las tórtolas a mi me gusta mucho mas por aquello de caminar, de ver las muestras y patrones de los bracos y demás...

Hablemos ahora de los patos. Esto ya es otra cuestión. La caza de acuáticas como todos sabemos despierta pasiones entre sus adeptos, habiendo muchos cazadores en el mundo que solo practican esta caza. En USA desde luego hay legión de pateros en exclusiva y son norteamericanos la mayor parte de cazadores que vienen a Argentina al asunto. También franceses e italianos vienen bastantes y algunos españoles como no, estamos en todas partes donde hay caza, no solo tras los cochinos como se dice...

Son los yankees los clientes favoritos del amigo Hector y supongo que del resto de orgánicas que cazan patos, pues pagan mucho mejor que cualquier otro. No escatiman digamos. Cuando vienen a tórtolas que es en los cartuchos gastados donde se gana verdadero dinero, tiran sin control no miden como si hacen franceses u otros por ejemplo. Pero pagan mas por todo. Por día de caza, por alojamiento, por desplazamientos etc... Para hacerse una idea, cada día de caza menor con todo: Caza,
desplazamientos, comidas, alojamientos escopetas, licencias etc...A los europeos digamos se cobra a unos 800 dólares USA, a los yankees a 1.500. Casi el doble, ahí es ná. Es cierto que se les cuida un poquito mas digamos en el sentido de moverles en vehículo anfibio en lugar de a caballo por ejemplo. Esto a mi no me parece ninguna ventaja fuera de la comodidad propia, pues es mucho mas bonito andar a caballo, donde va a parar. También se les cuida algo mas en los alojamientos etc...Pero vamos no para pagar casi el doble, lo pagan porque tienen pasta y les parece barato. Así de simple.

La parafernalia que tiene alrededor el mundo de la caza de acuáticas es tremenda, mas parecido a la pesca deportiva de hoy que a la caza en si. A saber: Reclamos, puestos, escopetas camufladas, señuelos o cimbeles, ropa especifica...En fin supongo que esto de llevar mas accesorios que la señorita pepis es parte de la gracia del asunto para los adeptos. Para mi sacando toda esta historia, es de las cazas menudas mas bonitas. Sobre todo por dos cosas: Los entornos que forman lagunas y bañados que es como llaman a los humedales tipo marisma por aquí. La gran cantidad de especies distintas de acuáticas que te entran al puesto, lo que da cierta incertidumbre y emoción al asunto y como no lo bonitas que son en cuanto a plumajes y libreas. Me hubiera gustado llevarme para España un pato de cada especie disecado, pero no hay aquí buenos taxidermias que hagan un trabajo digno como se merecen tan bonitos ejemplares. Hablaremos mas adelante sobre las especies con mas detenimiento. Merece la pena. Otro asunto que embellece esta cacería son los amaneceres y atardeceres verdaderamente bonitos en estas latitudes, con las llanuras sin horizonte.

Pero contemos un poco la feria en si. El madrugón que hay que meterse es de aupa pues hay que estar puesto antes de amanecer y no solo desplazarse hasta la laguna o bañado sino que hay que montar los señuelos en el agua, instalar el reclamo eléctrico que utilizamos, el cual es verdaderamente curioso y merece la pena describir. Empleamos un reclamo extremadamente potente que es italiano y al parecer uno de los mejores del mundo. Se clava una estaca en el humedal y se instala un altavoz resistente al agua por el que saldrán los distintos y muy variados sonidos que el aparato escupe. Cada especie de pato hace su distinto sonido y el aparato que va conectado al altavoz con una especie de mando que cambia cada reclamo los reproduce prácticamente todos. Según la hora del día es mas o menos abundante la entrada de cada especie y hay que ir cambiando los distintos cantos de cada cual. primero antes de amanecer y al alba entra mas tal especie y pones ese canto, al rato es mas común la otra y vuelta a cambiar y así sucesivamente...

Hemos cazado en dos tipos de entornos muy diferentes los patos. El primero son lagunas naturales mas o menos grandes que son cebadas con maíz para aquerenciar los patos a ellas. Esto es mas propio para los meses mas duros del invierno que son por aquí los de Julio y Agosto, son los meses de mas entrada de patos realmente. Pero si se caza en Mayo o Junio, también depende un poco de las heladas y clima que traiga cada invierno, los patos tienen comida natural en los humedales y entonces no sirve tanto cebarlos pues no se aquerencian. Cuando van las pelonas actuando sobre humedales y lagunas y la vegetación natural y flotante en ellas desaparece es cuando toman los cebaderos.

En algunas lagunas te pones en las orillas que están secas debajo de algún arbolito y ya está, pero es mas aventura desde luego cazarlos en lo que llaman bañados, mas frío e incomodo pero mucho mas emocionante. Estos bañados tienen extensiones enormes, digamos que son zonas de cientos de hectáreas encharcadas con profundidades variables entre 30 cm y mas de un metro. Evidentemente hay un puesto tipo bañera de plástico en el que te introduces pero para llegar hasta el es preciso hacerlo a caballo o en una barquita sin quilla que igualmente es tirada por un caballo para poder transportar los miles de achiperres que esta caza arrastra como antes dije.

Puesto situado dentro del humedal, donde nos metemos para tirar los patos que entran al paso, por el reclamo o simplemente a comer su comida natural, no se ceban estas zonas hasta muy entrado el invierno cuando por las heladas se quedan sin comida natural

Hector con los vadeadores tirando del caballo que arrastra la barca en la que hemos de subirnos, nosotros y los achiperres para retirarnos del puesto donde hemos tirado

Una vez instalados dentro del puesto y puesto en marcha el reclamo empieza el festival, antes de amanecer ya estás tirando algún pato que entra a los primero reclamos. Prácticamente tiras a bulto pues no ves con ningún detalle mas que las siluetas batiéndose sobre la laguna o bañado.

El cupo de patos por cazador y día es de 25 ejemplares y hay que dosificarse pues entran tal cantidad que en un par de horas puedes tener el cupo hecho y no es plan, nos gusta cazar no matar. A José y a mi nos gusta dar ciertas ventajas por este particular como tirar con escopeta del .20 y plomo 7 u 8 según la época y 26gr. También no tirar los patos que ya prácticamente están aterrizando, tirar solo los que vienen altos u ofrecen un tiro algo mas dificultoso. Nos gusta también seleccionar las especies que ya vamos conociendo pues unas ofrecen bien por su tamaño, bien por su tipo de vuelo lance mas dificultoso que otros. También nos gusta ponernos juntos en el mismo puesto e ir tirando alternativamente comentamos las jugadas o las muchas diferentes especies no solo de patos sino de cisnes, gansos, garzas, grullas etc...Que viven y vuelan estos humedales.


José contento tras una mañana de patos ( su caza favorita ) a punto de subirnos a la barca para que el caballo nos saque de los humedales

Pero pasemos a hablar de las especies de patos en Argentina. La realidad es que hay igual o menos especies distintas de patos como tal que en España. Cuando me comentaban la cantidad tremenda de especies diferentes de patos que se pueden cazar por estos pagos me imaginaba que serían yo que sé 30 o 35 especies pero no realmente son 18 las que hay. No todas son cazables, es decir algunas están protegidas. Lo surrealista, como muchas normas absurdas en este país,  ( en esta ocasión ventajosa para nosotros los extranjeros ) no tenemos que evitar tirar ninguna especie, es decir como no las vas a distinguir puedes tirar todas. Incluso las protegidas. Distintos son los cazadores locales que si les pillan con alguna de las no cazarles, si llevan sanción, un poco absurdo pero bueno es así...


El que suscribe con una percha de patos de 7 especies diferentes

Con José y algunos de los patos cobrados una mañana en los bañados, siempre se hace el cupo, es decir 50 patos entre los dos y Hector anda con el caballo buscando patos

Para cobrar los patos no hay mas remedio que ir con el caballo buscando entre espadañas, nenúfares y demás vegetación acuática y con mucha maña tratar de reunirlos para después recogerlos. Es una lastima dejar tan rico manjar sin aprovechamiento, algunos se pierden pues caen de ala o mal pegados y bucean cambiando de posición, se terminan no cobrando el 10% mas o menos.


Hector cobrando patos desde el caballo al atardecer, después habrá que recoger los cimbeles que aparecen en primer termino y a la barca

Nuestro sermoviente listo para tirar de la barca después de una especular tarde de cacería en los bañados

Pero vayamos a ver que especies son estas. Como decía son 18 distintas en Argentina pero bueno algunas no hay en esta provincia o hay poca cantidad, normalmente son entre 7 y 9 las que cobramos en estas espectaculares cacerías. Ni que decir tiene que por desgracia aunque no nos superen en numero de especies distintas, la cantidad de patos que hay comparando con España es abrumadora.


José con su percha

Algunas de las especies de patos Argentinos, machos y hembras como es lógico son distintos en sus libreas, así que es muy divertido para nosotros diferenciarlos y conocerlos

BARCINO ( anas flavirostris ), MAICERO ( anas georgica ), CAPUCHINO ( anas versicolor ), CERCETA O PATO PUNA ( anas puna ), CRESTÓN ( lophonetta specularioides ), PICAZO ( netta peposaca ), CABEZA NEGRA ( heteronetta atricapilla ), COLORADO ( anas cyanoptera ), CUCHARA ( anas clypeata ), CUTIRÍ ( amazonetta brasilensis ), DE COLLAR ( callonetta leucophrys ), SIRIRÍ COLORADO ( dendrocygna bicolor ), SIRIRÍ PAMPA ( dendrocygna viudita ), ANTEOJOS ( speculanas seculares ), MEDIA LUNA ( anas discors ), OVERO ( anas sibilatrix ), GARGANTILLA ( anas bahamensis ), REAL ( cairina moschata )

Estas son las especies Argentinas de patos que hay. Pondremos algunas fotos en las que por la deficiente luz del amanecer o atardecer desgraciadamente no se aprecian en toda su belleza los preciosos plumajes y patas de estas maravillas que son las aves acuáticas.

















En fin como comenzamos diciendo, la caza menor en este país es un espectáculo difícil de superar y aun de igualar, esperemos que sean capaces de conservarlo, pues aunque es cierto que el tamaño y naturaleza del país, junto con la inmensa agricultura existente, son perfectas para la conservación,  incluso abundancia de esta, ya sabemos que los modernos métodos de agricultura y porque no decirlo la sobrecaza en algunas ocasiones pueden romper este equilibrio como ya ha sucedido en nuestra vieja España, del paraíso que fue a lo que hoy tenemos de caza menor salvaje, poco y nada.

Algunas zonas de la provincia de Córdoba ( Argentina ) que fueron tremendos paraísos para tórtolas y palomas, hoy no tienen casi pájaros, seguramente por la sobre caza. Algunos dicen que simplemente se desplazaron a otras zonas, otros que han sido diezmadas, doctores tiene la iglesia...


Hasta otra cacería!!




viernes, 24 de mayo de 2019

Otra de guarros a caballo


Dos semanas después de la tremenda cacería de guarros a caballo, quedo con el amigo Hector para cazar de la misma forma pero otro área que lleva muchos años sin cazarse y donde esperamos cobrar mayores marranos todavía. Esta vez viene con nosotros el amigo José Dos Santos. Portugués que está expatriado como yo en Buenos Aires. José al que me presentó el propio Hector y con el que trabé enseguida amistad es el responsable de la seguridad de la ONU en Sudamerica. Muchos años en la fuerza antiterrorista portuguesa y con destinos en su actual puesto en las Naciones Unidas en lugares tan divertidos como la antigua Yugoslavia en plena guerra de los Balcanes, Siria, Angola, Libia...muchos países en guerra.  Ultimamente otros mas tranquilos en relación, son 60 tacos los que ya caen aunque parezca mentira viéndole.

Su afición por la caza es desmedida, le encanta. Así que con Hector y conmigo encaja a la perfección. Su mayor afición es la caza menuda. La perdiz, patos, palomas etc....Son su perdición, aunque también le gusta darse una alegría de vez en cuando la mayor, en la que podemos decir es bisoño pero con la afición en todo lo alto. Cuando llegó a Argentina a través de un importante distribuidor de armas policiales en el país ( Glok ) conoció a Hector para poder cazuchear, como no.

De momento toda la caza que ha practicado en el pais se limita a sus queridos pájaros y un antílope negro que cazó con Hector.

Paola y yo quedamos a cenar en casa o fuera con el de vez en cuando. También a fumar un habano, compartimos también dicha afición. Está solo en Buenos Aires pues su hijo estaba estudiando la carrera en República Dominicana, su anterior destino y al no poder convalidar los tres años que ya llevaba en Argentina quedó allí con su mujer a terminarla. Este año ya se vienen con el. Es un tipo serio, de fuertes convicciones y de pocas palabras. Su trabajo evidentemente ha forjado su carácter. Un tipo magnifico y gran compañero.

El amigo José, protegido de las plagas de mosquitos que nos asedian toda la cacería

Le convenzo para apuntarse a la nueva expedición disfrutando un habano de los que le llegan de Dominicana de vez en cuando, una tarde de Domingo. Me dijo que no lo veía claro pues llevaba mas de 30 años sin subirse a un caballo y tal. Fue fácil convencerle apelando a su ardor guerrero jajaja.

Cenamos en casa el Viernes, disfrutamos de un gin tónic fresquito y como no, de un buen habano. Esta vez un fantástico cohiba que aporto yo de una cajita que me llegó de España y esperamos que Hector nos pase a buscar. Sobre la 1.30 hs ponemos rumbo a la aventura con muchas ganas de tomar los caballos y ponernos a buscar los guarros. Hacemos una parada de media horita para tomar un café y espabilarnos a medio camino y sobre las 4 de la mañana estamos en la entrada del carril que cruza la hacienda donde montaremos en los caballos y recorremos los 20 kilómetros nada mas y nada menos que nos toca cabalgar hasta llegar al fondo de las haciendas, donde comienza el inmenso pantanal donde pensamos cazar. La zona de caza es si cabe mas dura que la otra vez, pues es un fangal terrible en medio de la nada, lleno de mosquitos y sin una mala sombra en la que taparse del terrible sol casi tropical que cae a plomo en esta zona. Pero amigos, esta infectado de guarros y muchos padrillos como dicen los argentinos a los verracos. Lleva 10 años sin cazarse, con eso está todo dicho ¡ quien dijo miedo habiendo verracos!

Cabalgamos una hora todavía de noche y otra mas ya amaneciendo Hector, José, los dos gauchos y yo hasta llegar al comienzo del terrible cangrejal, ya contra la costa. Llevamos con nosotros 6 perros careas y un dogo que ha traído Hector para probarlo y si funciona comprarlo. Tras no mas de 20 minutos pisando el fangal, los perros comienzan a dar de parado como 200 metros por delante de donde vamos José y yo con uno de los gauchos. Junto a los perros ya están Hector y el otro gaucho. Un tipo enjuto y fibroso, hombre de pocas palabras llamado Tati. Meto espuelas pues hemos quedado que me toca encarar el primer lance y José y el gauchito me siguen algo por detrás.

Cuando llego al lío el guarro está parado y pregunto a Hector que tal es. Directamente me pasa el revolver y me dice que es tremendo después. Nos acercamos y los perros lo tienen sujeto, el dogo bien agarrado por la oreja, parece que va a funcionar el chucho. El guarro tiene unas navajas tremendas, una de ellas anormalmente larga, seguramente por la falta o defecto de la amoladera, la otra navaja también es descomunal. Tati aparta los perros con el rebenque y lo tengo de frente. Levanto el .44 magnum y le suelto un tirascazo apuntando entre los ojos. El tiro me queda bajo y le pega en toda la jeta, espero no haberme cargado los colmillos... Arranca a correr y galopamos tras el como 500 metros hasta que los perros lo vuelven a parar, pero no lo sujetan, lo están rodeando. Termino con su vida de un buen tiro en la tabla del cuello esta vez.

Bajamos de los caballos y me voy a ver el guarro que por suerte no tiene dañado el trofeo, por muy poco el primer balazo le ha pasado a escasos dos centímetros de la base de una de las navajas.

Primer guarro, todavía amaneciendo

Los tres con el cochino

Con Tati, el gaucho que está preparado para cortar la jeta y que podamos seguir buscando

Una vez sacado el trofeo es sorprendente. Es completamente deforme y tiene 32 cm de navajas completamente retorcidas y 3,4 cm de ancho. Una locura. Ademas está completamente calcificado, tanto navajas como amoladeras ( una de ellas partida y muy corta ) pesan como piedras. Me encantan los trofeos defectuosos, mas aun que los muy buenos normales.

El curioso y descomunal trofeo del primer guarro que mato amaneciendo

Cortamos el trofeo lo antes posible y nos ponemos en marcha a buscar el siguiente marrano que ha de ser para que José se estrene. Dice que solo quiere matar un guarro, así que con mas razón debemos buscar un buen verraco. No tardamos ni 15 minutos en dar con el guarro, esta zona está completamente infectada de jabalíes y muchos son machos grandes.

El guarro lo tienen los perros parado en unos pajonales altos pero se le ve perfectamente pues medio cuerpo lo tiene en un arroyo que está despejado. Es rubio y tiene un trofeo cojonudo, hay que tirarlo. Hector le pasa el revolver a José que se coloca y aprieta el gatillo, apuntando a la columna. Al tiro veo caer al marrano, pero también como el caballo de José comienza a cocear y ponerse de manos y lo tira al suelo con muy mala sombra. Cae medio de lado y se clava su propio codo en las costillas, una caída muy fea. Levanto la vista pues la he apartado del marrano para preocuparme del feo costalazo de Jose  y el guarro no está en el sitio, pero no es momento de pensar en el, ya lo buscaremos. Me tiro del caballo para ayudar a levantarse a José y ver como está. Le duelen mucho las costillas, esperemos que no se las haya roto en la caída. Una vez se recupera un poco del intenso dolor nos ponemos todos a buscar el guarro peinando la zona con los caballos y los perros. Ni rastro, el hijoputa ha desaparecido. Seguramente el tiro del .44 ha sido trasero y a ese no lo vemos mas. Una lastima morirá por ahí sin aprovechamiento de nadie y sufriendo el pobre bicho. Estas cosas me joden mucho. A José le siguen doliendo muchísimo las costillas, pero es un guerrero y dice de continuar. Buscaremos otro guarro para el.

Continuamos y como media hora después damos con otro buen guarro en un pajonal altísimo y muy enfangado. Los perros lo rodean y dan de parado pero no le entran, debe ser de cuidar. Coloco mi caballo en posición frente al guarro y me pongo de pie sobre los estribos para poder verlo. Es brutal. El mejor cochino y mas viejo de los que hemos visto en esta y en la otra cacería. José se lo merece el pobre después del susto.

Con el susto y el dolor que lleva en el cuerpo no es capaz de colocar el caballo en posición para terminar con el cochinazo. Hector se acerca a el y tira de sus riendas colocándole, ya que el caballo no le obedece. Estos jodíos detectan enseguida cuando alguien quien los monta, les tiene miedo y no se impone.

Encañona al marrano con el revolver y dispara, pienso que con algo de miedo aun al maldito caballo que lo tiró. De nuevo el caballo se pone de manos y baja a José con suma brusquedad. Esta vez por suerte cae de pie, pero al guarro no lo ha tocado y desaparece para siempre. Una verdadera lastima, esta un verraco de los viejos. La genética de estos marranos del cangrejal es tremenda y con 2 o 3 años uno de estos angelitos tiene ya 21 o 22 com de navajas, pero no la anchura bestial que tiene un guarro de los viejos, los cuales ademas de llegar a los 27 o 28 y hasta 30 cm de navajas llegan a los 3 cm de ancho, bestial. No se matan sin embargo muchos de estos viejos marranos, como en cualquier lugar los de 7 u 8 años no abundan, la ventaja aquí como decía es que los de 2 o 3 años ya portan trofeos de mas de 20 cm, eso si con anchos de 2,4 o 2,5 que tampoco esta mal si lo comparamos con nuestros cochinos.

Después del segundo susto y el tremendo dolor de costillas de Jose, Hector le propone cambiar el caballo con el pues parece que el del negro no ha reaccionado a los tiros, no le asusta que tiren sobre el. Mi caballo esta mas que probado pues monto el mismo que la otra cacería y allí se probo de lo lindo.

El joven gauchito que llevamos de portaescopetas y como no para parar los guarros, su valentía en estas lides roza la temeridad, echando sin miedo ninguno el caballo encima a los marranos.


Proseguimos buscando el marrano de jose, ya se ha convertido en una afrenta personal para el cobrar un buen marrano, digamos que lo necesita para quitarse la mosca de tanto accidente hoy. No tardamos en dar con otro buen marranaco que se mete en una de las zonas mas complicadas de cangrejal, los caballos se nos hunden hasta los pechos, pero este particular que nos dificulta el avance hacia el marrano también se lo pone difícil a el, ya que se une en los fangales y no puede correr mucho. Enseguida le damos alcance con los perros, lo paramos y Jose lo tiene cruzado y clavado en el barrizal. Esta vez si acierta a pegarle un buen tiro del .44 que lo para en unos pajonales altos, no le vemos pero le escuchamos patalear y vemos las pajas moverse. Hector pregunta a Jose si no le importa que penetre el en la difícil zona donde se mueve el cochino en los estertores y lo remate definitivamente. Jose que no quiere mas sustos asiente con la cabeza y le pasa al negro el revolver.

Lo siguiente se convierte en un susto tremebundo para todos, pues el maldito caballo que ha derribado dos veces a Jose, hace lo propio con Hector que aun siendo un experto jinete no puede evitar los pingos del bruto al disparar al marrano para terminarlo. Con la mala suerte ademas que al hacerlo se golpea fuertemente con su cabeza contra el cuello del caballo que cae al suelo con el, quedando debajo de este. La caída ha sido feísima y temo por la integridad de Hector que ademas ha quedado inconsciente en el fangal boca abajo y no responde a mis llamadas y las de Jose. Me bajo rápidamente de mi caballo y tras abofetearle parece que va recobrando el conocimiento pero esta muy aturdido y le duele mucho la cabeza. Por suerte el marrano que esta a escasos 2 metros de donde estamos, esta muerto y bien muerto ya.

Les propongo descansar un ratito para que Hector pueda recuperarse en la medida de lo posible del tremendo batacazo. Descansamos de hecho un ratito, no mucho pues el piso no nos deja ni sentarnos, es un fangal de aguas pantanosas de muy mal aspecto. Este barro te va absorbiendo poco a poco y como te descuides te ha chupado hasta la cintura. Nos hacemos las fotos de rigor con el pedazo marrano que ha cobrado Jose por fin. No llegando al brutal marrano que se le fue en el lance anterior pero es un cochino de aupa y el primero que ha cobrado en su aventura ecuestre en el cangrejal.

Con jose y su tremendo guarro conseguido con tremendo esfuerzo en el pantanoso cangrejal.

Jose con su buen cochino.



No tardamos en ponernos en marcha para que yo cobre un par de cochinos mas si es posible, pues Jose dice que se conforma con este, que ya por hoy no quiere mas.

Levantamos otro marrano al poco de arrancar, me impresiona la cantidad de guarros buenos que hay, tanto tiempo sin cazarse esta zona se nota desde luego. Corremos un tramo el marrano y al cercarnos cuando lo paran los perros desecho tirarlo. Tiene unos 19 o 20 cm de navajas y aunque parezca mentira esto me parece poco y lo dejamos atrás tras hartar los perros no sin esfuerzo, buscamos algo mayor.

Llevamos ya unas 6 horas cazando y no solo los riñones y la espalda lo notan, estamos en pleno verano y el calor es verdaderamente insoportable a estas alturas, para mas inri los mosquitos nos están abrasando y ya ni siquiera el relec parece hacer efecto, solo los trajes anti mosquitos nos quitan algo esta terrible peste de encima. Aun con los trajes, no se como coño los insectos se las apañan para arrearnos terribles picotazos en cualquier resquicio que encuentran. Durante un rato el calor me hizo quitarme el traje anti mosquitos y estoy completamente breado, incluso me han picoteado profusamente en la cara, incluido dentro de un ojo, en el párpado. Tengo la visión turbia en este ojo, además de una importante inflamación.

Tengo el ojo derecho completamente hinchado de las picaduras de mosquito y veo muy borroso por el, la sensación es como si me estuviera rozando algo el ojo constantemente.

Decidimos hacer un alto en el camino en una zona que no se encuentra muy encharcada y tomar un taco reparador y beber abundante agua, la dureza de la cacería se hace notar a estas alturas y es hora de una paradita reparadora.

Cuando retomamos camino el ojo todavía lo tengo muy mal y no veo bien por el, sigo teniendo una visión bastante turbia. Pero hay que seguir, no tenemos nada que ponerme y no hay mas remedio que no pensar en ello y seguir. Tras una hora cabalgando y levantando algunas cochinas y piaras que por supuesto dejamos ir, levantamos un gran marrano que vende cara su vida, nos hace correr tras el varios kilometros y corta de gravedad uno de los perros careas y también al dogo. No es un espectáculo el marrano pero ya es un buen verraco de unos 24 cm de navaja y decido terminarlo con un tiro de revolver. Lo dejo seco de un solo balazo del .44 bien colocado en la cabeza.

Con mi segundo marrano del día, tiene el pelo medio rubio y ha venido cara su vida, dejándonos completamente hechos polvo, a perros, caballos y a nosotros mismos.

Primer plano del segundo marrano que cobro este duro día de verano.

Cortamos la jeta y escasamente 500 metros mas adelante tenemos la suerte de levantar otro buen marrano que por suerte aunque se defiende de los perros con violencia decide no correr mucho y hacerlo a navajazos aculándose en el barrizal.

Me acerco despacio con el caballo a la barahúnda de perros y marrano que están en plena pelea y me impresiona la violencia con que arrea navajazos a los perretes. Decido terminar el asunto haciendo hablar de nuevo al Smith Wesson y le coloco un buen tiro en las paletas que parece no ser suficiente para el, pues arranca y vuelve a acometer con mas violencia si cabe a los perros. Consigue enganchar al valiente dogo y le propina un feo navajazo en el cuello, esperemos que no le cueste la vida al valiente perrillo.

Termino la discusion con un buen balazo del .44 en la sien del cochino que es de aupa, termina dando 25 cm de navajas y 114,80 CIC, medalla de oro.

Tati el gaucho, cortando la jeta de un marrano.


Con Hector y mi tercer y ultimo marrano del día.

Mi ultimo cochino es un verraco tremendo, ha vendido cara su vida y dado buena pelea, pero terminamos ganado la partida en el duro barrizal.

Con este cochino decidimos dar por terminada la jornada que ha sido tremendamente dura con varios accidentes incluidos, dos veces ha tirado el caballo a Jose y otra a Hector, dándonos un buen susto a todos tanto la primera de Jose ( finalmente tenia dos costillas rotas ) que se pasa mas de dos meses para recuperarse totalmente, por no hablar de la de Hector que ha sido verdaderamente aparatosa también.

Estamos a mas de 20 kilometros de la casilla del gaucho donde vamos a darnos una buena comilona a base de asado, entraña y vacío como no, tras lavarnos y refrescarnos un poco. Hector cuenta con una pomada para las picaduras en el botiquín que esta en el coche y al llegar me pongo en el ojo que todavía tengo muy hinchado, aliviándome esta bastante. No me bajara la inflamación del todo hasta el día siguiente.

Dura jornada de caza que nunca olvidaremos Jose y yo mismo, pero que nos llena el alma de cazadores. Son estas cacerías duras y trabajadas las que nunca se olvidan. Los cochinos que hemos conseguido 1 Jose y tres el que suscribe son buenísimos y sus tablillas también ayudaran a no olvidar tamaña cacería.

Los pobres caballos tratando de reponerse a la dura jornada, están tan jodidos sino mas que nosotros.


¡¡Hasta la próxima !!

miércoles, 6 de febrero de 2019

Cazar como un "Baqueano"...Una de gauchos


Baqueano es un termino precioso que es como en la Argentina designan a los auténticos gauchos que quedan hoy día, pero no a los que se disfrazan de gaucho para ir a las fiestas populares, a los auténticos hombres de campo. En España esta raza prácticamente ha desaparecido en los últimos 30 años, si conocí alguno de pequeño. A veces en forma de viejo guarda antiguo furtivo. Expertos en todos los secretos de estos duros territorios. En la caza, en el rastreo, en cuerear ( desollar ) y depostar, en fin en todo lo del campo como saber el tiempo que viene simplemente mirando al cielo y como no, en cabalgar. Los baqueanos tienen por piernas a su caballo. En Argentina todavía quedan de estas gentes.

Mi amigo Héctor gran cazador me comentó que cuando quisiera me llevaba a hacer una de las cacerías mas bonitas e impresionantes que pueden hacerse seguramente en todo el mundo. Dicha alegría consistía básicamente en acosar en las inmensas pampas ( llanuras ) y cangrejales
( marismas ) de la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires, a los jabalíes a caballo y con perros careas con Daniel un autentico baqueano. Si suena sugerente, mas aun es la realidad. Puede que sea la caza mas bonita e impresionante que he hecho en mi vida.

La zona de caza son cientos de kilometros de llanuras. De pastizales, junqueras y eneas, cangrejales y lagunas en medio de la nada. A mas de 40 kilometros de la carretera mas próxima, no hay horizonte. El cielo se junta con la tierra pareciendo enteramente que está pegado a la llanura, impresionante.

La cantidad de fauna que puebla estas llanuras y que va levantándose al paso del caballo es verdaderamente abrumadora y además suelen levantarse debajo de las patas del bruto pues todos los bichos aguantan aplastados e inmóviles hasta que casi los pisas, es su mecanismo de defensa en estos terrenos.

Trataré de describir todos los bichos que pude ver en cantidad. Seguro que alguno se me olvida, tal es la riqueza. Jabalíes, ciervos axis, antílopes negros, carpinchos ( capibaras ), liebres, vizcachas, mulitas, peludos, avestruces del país ( ñandú ), flamencos, gansos, cigüeñas, garzas, grullas, 20 especies distintas de patos, 6 especies distintas de becacinas...

La cacería consiste en andar a paso de hombre con el caballo mientras 4 perrillos careas baten a tu alrededor el terreno hasta que bien los perros, bien tu propio caballo levantan un guarro que sale escopetado siempre y en este momento meter espuelas y perseguir al cochino durante 3 o 4 kilómetros hasta que agotado, busca la defensa en parar acularse en un pegote de pasto y dar pelea a los perros.

En un alto después de haber cobrado un buen guarro

Muchas veces el guarro al ver cerca los caballos se vuelve y los acomete teniendo que ser el jinete muy rápido en pegarle el quiebro, pues no duda en cortar las patas de este e incluso en mas de una ocasión le han echado las tripas afuera. Siendo en estos casos irremediable sacrificar al caballo. Una lastima. Ni que decir tiene que si te bajas del caballo delante del guarro acosado corres el riego de ser tu el homenajeado por el marrano. Una gracia. Son tremendamente agresivos estos chanchos de la costa como aquí les llaman.

Una vez tienes al guarro parado y echando el bofe puedes bajarte y rematarlo a cuchillo ( no es muy recomendable con estos perros que al fin y al cabo son careas del ganado y no hacen presa ) Llevando dogos del país la cosa cambia pues estos si sujetan. Pero tienen el problema que no resisten 10 o 12 horas cazando con los caballos y habría que llevar perros de recambio para cambiarlos a mitad de cacería. Los cruzan de galgo para suplir un poco este problema. Como íbamos a matar los guarros con el rifle o el revolver, pues los careas son lo mejor porque resisten mucho y sueltan en cuanto se lo dice el gaucho con ayuda del rebenque ( látigo corto o fusta ancha ) bien porque han parado una marrana y hay que seguir buscando, bien para arrimarle un tirascazo al padrillo ( verraco )

Es una cacería durísima sobre todo si no tiene uno hecho el cuerpo a cabalgar. Comenzamos sobre las 6 de la mañana y terminamos a las 6 de la tarde ¡ 12 horitas de caballo ! mucha tela, añadido el detalle de que estamos en pleno verano austral y las temperaturas llegan a 30º a mediodía. Para rematar los mosquitos en estos pantanales son una plaga. Pero como casi todas las cacerías y resto de experiencias de la vida, las mas duras y trabajadas son las mas satisfactorias, añadiendo lo ya mencionado del paisaje, riqueza faunística, caballos etc...

Comenzamos sobre las 4.30 de la mañana en el puesto ( casilla ) de Daniel, el gaucho. Sacando los tres caballos y poniéndoles los recados ( monturas y demás atalajes ), para ponernos en marcha. Tenemos unos 18 kilómetros de camino hasta llegar a la zona donde comenzaremos a levantar guarros, es la costa de las marismas donde encaman. Sobre las 6 estamos llegando y enseguida entre unos juncos altos veo un buen marrano a mucha distancia unos 400 metros. Los perros no lo ventean y como el guarro está tomando dirección al centro del pantanal en dirección contraria a nosotros decidimos olvidarlo y seguir cazando.

Nos metemos en unos barrizales con pasto altísimo ( nos llega por encima de la cruz del caballo ) y enseguida un carea empieza a dar de parado. Rodeamos el posible encame con los tres caballos y saltan los guarros en todas direcciones, por lo menos van 15 marranos en el jabardillo. Metemos espuelas para ver bien los guarros fuera del pasto alto y son marranas con pequeños así que no los seguimos. Todavía quedan algunos mas que en lugar de saltar deciden buscar su defensa en la inmovilidad.

Seguramente hemos pasado durante todo el día a menos de 2 metros de los guarros varias veces no levantándose estos. Es su mejor defensa en realidad en estas llanuras sin monte. Veo por delante de mi caballo un marrano de buen tamaño completamente inmóvil, aplastado y me acerco a el despacio. Cuando el caballo está a punto de echarle la pata encima, arranca como una locomotora. Es muy grande y no llego a ver si es macho o hembra, ¡ahí va el guarroooo! grito como si estuviera monteando con los perros una mancha toledana y quisiera avisar a una postura del levante del marrano. Hector vuelve grupas y corre hacia el, que decide meterse en una inmensa laguna de escasa profundidad que tenemos enfrente. Paramos los caballos para verlo con los prismáticos y queda confirmado que es una marrana, inmensa pero marrana, así que decidimos no seguirla.

Volvemos a reunirnos los tres y tomamos la linea de la laguna para cazar unos pastizales altos, muy encharcados que hay al otro lado y que Daniel dice suele tener marranos siempre.

Enseguida, los perros están dando de parado 200 metros delante nuestra y yo que voy por detrás de Hector y Daniel y estoy con mas vista de donde están los perros veo que vuelven a levantar un piarón impresionante, por lo menos cuento 20 guarros que corren en todas direcciones. Mis dos compañeros mucho mas duchos que yo con el caballo meten espuelas y galopan detrás de los guarros.

Al trote poco a poco me acerco a ellos que veo se han parado como 400 metros por delante y están rodeando un marrano, seguramente un buen macho claro. Cuando me reúno con ellos me comentan que ahí en unas pajas altas donde están dando los perros hay un buen cochino, Hector me dice que no es un bicharraco de 28 cm de colmillos, pero es un buen navajero de 20 o 22 cm. -Lo voy a tirar- le respondo. El caballo mío no está acostumbrado a que tiren sobre el, así que decido bajarme para tirarle con el rifle. Hector me avisa que mucho cuidado que estos guarros. A parte de ser tremendamente agresivos, suelen lanzarse con otra uno si los hieres mal y no quedan secos al tiro. El marrano permanece inmóvil con los perros alrededor como 20 metros delante mía en un pegote de pasto alto. Encaro el bulto pero no distingo bien en el visor donde está el culo y donde la cabeza. Donde hay que arrearle dado el peligro mencionado de que se arranque hacia nosotros, sin un miserable árbol o roca a la que encaramarse si esto sucede además. Hector saca el Smith & Wesson del .44 magnum y encañona al guarro. -Si se arranca para nosotros te asegundo- me dice. La situación es de tensión total, pero en un momento que el guarro se mueve levemente, le adivino perfectamente una oreja y esto por su puesto supone su perdición. Hundo el dedo en el gatillo del Sako 25.06 con la cruz puesta en 3 aumentos por debajo de la oreja y el guarro queda frito pataleando. ¡ he cobrado el primer padrillo! Me abrazo a Hector de la alegría.

Aquí tenemos el primer padrillo, cobrado en un lance de máxima tensión por el peligro. Ya no bajare mas del caballo para terminar un lance, los tres marranos más que cobro, lo hago tirando desde el caballo.

Cortamos el trofeo con una sierra que lleva el gaucho en el macuto y nos disponemos a seguir buscando otro marrano. Como 20 minutos después de continuar recorriendo estas soberbias llanuras y tomar una zona mas seca pero de pastizal altísimo, siempre yo por detrás de mis compañeros, veo 5 metros delante mía un marrano solitario encamado. Han pasado perros y caballos a 2 metros de el y ni se ha movido. Continuo avanzando hacia el marrano y justo cuando mi caballo lo va a pisar, arranca como un rayo, dando un giro y huyendo en dirección contraria a nosotros. Salta para atrás como diríamos monteando. Otra vez a mi grito de ahí va el guarrooo, mis compañeros y los perros corren detrás del cerdoso.

Yo que ya he cogido mucha mas confianza con mi caballo y meto espuelas poniéndolo a galope siguiéndolos....Corremos al guarro mas de 4 kilometros con los perros a sus alcances y el guarro empieza a reducir la velocidad pues está cansado. Paramos a observar y vemos como los perros lo alcanzan dentro de un pajonal y lo agarran. Cuando llegamos el espectáculo pone los pelos de punta.

Un perro, el mas fuerte le tiene sujeto por una oreja y los otros tres por las blanduras. El guarro que es otro buen navajero castañetea los colmillos contra las amoladeras con rabia pero esta fundido de la carrera y no puede soltarse de momento. Me apremian a terminarlo si es que lo quiero matar o a quitar los perros con el látigo pues se van a fundir de la pelea y no tenemos perros de repuesto. Queda casi todo el día de caza y no sería muy productivo fundir los perros tan pronto. Hector me dice que tiene una boca como de 21 o 22 cm, no mas. Decido tirarlo, el lance creo que merece rematarse, aunque no sea un cochinaco de mas de 26cm que al fin y al cabo es lo que habría que buscar.

Hector me dice que si quiero puedo matarlo a cuchillo, pues lo tiene un perro sujeto por la cabeza. Me niego pues no me da confianza el agarre y además el cuchillo que llevamos es del tamaño de una opinel del 10. Ni loco lo mato a cuchillo en estas condiciones. Lo voy a tirar con el rifle pero sin bajarme del caballo, a ver que pasa. Giro el caballo para no tirar por encima de su cabeza y el gaucho aparta con el látigo y a voces los perros, que sueltan el guarro. Rápidamente lo encaro y le pongo un tiro en la tabla del cuello. Al caballo no le hace ni puta gracia la jugada y se pone de manos relinchando. Sujeto el rifle con una mano y las riendas con la otra y aguanto hasta tres pingos del caballo que quiere descabalgarme. Finalmente se calma y sigo sobre la montura. Mis dos compañeros aplauden y hacen bromas sobre que podría ir al más famoso concurso de gauchos domando que se hace en Argentina. En el, doman potros salvajes al estilo rodeo americano, Jesus María se llama el concurso. Risas generales y nos disponemos a sacar la foto de rigor y cortar la jeta al marrano.

Con Daniel el gaucho y el segundo marrano de la jornada. Otro buen navajero.

Después de la aventura tipo rodeo del caballo intentando descabalgarme, trato de sonreír en la foto, jejeje. Ha sido brutal pero estoy contentísimo, menudo lance.

Dispuestos para cortar la jeta al marrano y continuar cabalgando, el caballo parece que está tanteando a ver si sigue moviéndose

Decidimos hacer un pequeño alto de 20 minutos para tomar un taco, antes de continuar. Saco del macuto un poco de chorizo, queso y un chusco de pan para cada uno y nos comemos un bocata que me sabe a gloria. Lo rematamos con una empanada por barba que Paola me ha echado al macuto sin decírmelo.

Las siguientes dos horas levantamos varias piaras y algún navajerete pequeño que no tiro por supuesto y que hay que apartar de los perros a rebenque ( látigo corto gaucho ) lo antes posible para que no se quemen peleando. El calor reinante y los muchos kilómetros que recorremos nos están poco a poco dejando sin perros y sin caballos. Esta caza no pillando un día muy lluvioso es mucho mejor dejarla para el invierno. Los mosquitos además del calor nos están asediando de continuo. Téngase en cuenta que toda la llanura o casi toda está completamente encharcada, es una especie de marisma. Con esto es fácil imaginar la cantidad de mosquitos que nos rondan.

Llegamos a unas zonas que casi no están encharcadas y que Hector me dice que son las mejores para el, a la hora de encontrar buenos cochinos. Después se comprobará que tiene toda la razón. Hace años que no caza esta finca pero la conoce muy bien, en la época del ficticio esplendor del ladrillo en España se contaban por cientos los españoles que venían a matar cantidades ingentes de cochinos, a quemar dólares, y el los guiaba a muchos de ellos.

Los perretes levantan otro marrano y vuelta a empezar otro emocionante lance. Ya me lo conozco de memoria y meto espuelas para cansar al marrano hasta que los perros lo paren y podamos arrimarnos a verle bien la boca. Macho es seguro eso ya lo sabemos.

Tras una larga carrera el guarro se para y confirmamos que es un buen navajero, nada de 28cm que los hay por aquí, pero un buen guarro si es. Quizá de 22 mas o menos. Decido matárselo a los valientes. Este lugar es una perdición para un cazador íbero. Como es sabido los cochinos nos marean en exceso. Le pido a Hector el revolver del .44 magnum. Lo voy a matar a lo pistolero desde el caballo, bonito lance. Daniel aparta los perros y ya tengo al guarro encañonado en la tabla del cuello como a 25 metros. Este permanece inmóvil tras unas pajas altas que piensa que le hacen invisible pero se le aprecia perfectamente. Disparo y el guarro pega un chillido sordo y queda frito pataleando. Los 240 grains del bien colocados en la cabezota son letales. Mis dos compañeros gritan y me jalean. Ha sido un lance precioso.

Tercer buen guarro que me apiolo, este a revolver. Un lance increíble


Ante el guarro me dispongo a sacar la vaina del .44 magnum, del Smith & Wesson

Termina teniendo 21 cm de navajas pero muy anchas

Bebemos agua, estamos asados. Cortamos el trofeo al guarro y nos ponemos de nuevo en marcha en busca de mas....Esta caza es un vicio, con la cantidad de marranos que se levantan con los caballos no hay que pare, jejeje.

Levantamos varias piaras mas de marranas con lechones que por supuesto no nos interesan para nada y hay que apartar los perros en varias ocasiones, los animalitos ya no resisten mucho mas y van pegados a los corvejones de los caballos, van reventados.

Mi jaca levanta otro marrano casi pisándolo y me parece de buen tamaño. Lo corremos un rato hasta que para. Pero al acercarnos vemos que siendo un navajerete, no supera los 16 o 17 cm, así que apartamos los perros del guarro y seguimos cabalgando.

Entramos una zona bastante seca con pajonal muy alto, nos llega hasta la grupa del caballo y enseguida levantamos el primer marrano que termina resultando el mayor de trofeo. Medido tiene 112 puntos CIC. El cabrón del guarro que es medio rubio, tiene una mala follá importante y además de hacernos correrlo como 3 o 4 kilómetros, acomete contra el caballo de Héctor que lo va cortando hasta en tres ocasiones intentando cortarle las patas a navajazos. Yo que voy detrás disfruto los fantásticos quiebros que le está pegando al guarro con el caballo, que domina a la perfección.

En las locas carreras que llevamos tras el guarro se levantan hasta otros dos buenos marranos que saltan hacia atrás, uno de ellos es un verraco de espanto. Le veo perfectamente la boca cuando pasa a mi lado y es sin duda el mejor del día, seguramente tiene 12 cm o así por fuera, pero no es posible seguirlo pues va como una bala en dirección contraria a la carrera que nosotros llevamos detrás del primer guarro que se levantó y los perros igual. Una lastima, estos son los que buscamos.

Por fin conseguimos parar al marrano y le veo la boca bien antes de decidir tirarle, Hector me avisa que es el mejorcito de los que llevamos pero que no va a pasar de 22 o 23 cm. Lo voy a tirar igualmente pues ya no nos quedan caballos ni perros y vamos a tener que cortar después de este lance, con cuatro buenos guarros redondeo la jornada. Son muy anchas las navajas además. Pido el revolver y en el momento en que lo tengo encañonado el puñetero guarro se arranca de nuevo y vuelta a empezar, le seguimos hasta pararle de nuevo. Le encañono y en el momento justo que disparo se mueve levemente mi caballo y le dejo el tiro alto. No le he tocado. Loca carrera otra vez tras el y ahora si la tercera parada que hace, le coloco un balazo en toda la sien con el .44 y se termina la discusión. Alegría máxima.

El cuarto y ultimo guarro de la jornada, que no la ultima pieza

Detalle del trofeo del cuarto marrano que termina siendo el mejor de la jornada con 112 puntos CIC, sería medalla de oro en España, aquí el oro es el internacional es decir 12o CIC


Ha sido un lance de infarto por la emoción y los perros están a punto de ese infarto por el cansancio. Los caballos igual. Llevamos cazando sin casi parada alguna unas 9 horas y nos queda como 1 hora mas de camino de vuelta, ya está bien. Además vamos a buscar un buen venado ( Axis ) que tienen visto en un campo cercano que lleva un amigo de Hector, para rematar la jornada.

La hora y pico de cabalgada hasta el puesto ( casa ) de Daniel, el gaucho me resulta tremendamente dura, pues tengo el culo y los riñones destruidos de la jornada. El viejo gaucho ( solo tiene 56 años, pero aparenta como 70 ). El sol, el viento y la dura vida a la intemperie castigan lo suyo tiene callo pero yo no puedo mas y sufro lo mío hasta llegar a destino.

Por fin llegamos y en una alberca que hay del de la casa, tanto Hector como yo metemos la cabeza varias veces bajo el agua. Estamos los dos destruidos. El, lleva sin subirse a caballo mas de un año y va sobrado de peso pues tuvo un accidente que le costó una fractura de la rótula y ahora está empezando a forzar un poco mas, pero lleva todo este tiempo de cura y reposo. Yo aun estando mas o menos en forma llevo una vida que no es precisamente de cabalgar a diario, por desgracia. Daniel parece que acaba de levantarse de la cama el jodío.

Tras el "refresquito" tomamos unos mates nos despedimos de Daniel y ponemos rumbo al campo donde nos han dicho que ronda un Axis o dos de buen porte que está muy cerca a unos 15 kilómetros de donde hemos cazado. La Segunda en la bahía de Samborombón.

Llegamos al campo de los ciervos que están en pleno celo y vamos lo primero al puesto a buscar al gaucho de turno, verdadero conocedor del terreno y querencias de todos los bichos que lo pueblan.

El gaucho de este campo, es un verdadero baqueano también. Correntino ( Corrientes es una provincia Argentina relativamente cercana a Buenos Aires, la mas gauchesca quizás que queda ) y un personaje maravilloso. Su carácter típico de gaucho antiguo ( Serio, callado, conocedor de todos los secetos del campo, leal y hospitalario, prudente... en fin un tío ) Se llama José.

El buen vaqueano nos comenta que hay dos grandes ciervos en el campo. Uno no muy largo de trofeo pero tremendamente grueso y el otro algo menos grueso pero con unas horquillas de impresión ( esto es lo que mas puntúa en este trofeo según el SCI, pues al medir la longitud, se suma la total del cuerno central con la longitud del candil que forma horquilla ) No me importan los puntos y le digo que vamos a buscar el grueso. Son preciosos estos ciervos cuando tienen un buen grosor de cuerna.

Los caballos están ensillados y nos vamos a buscar los ciervos. Enseguida damos con una inmensa manada, lleva mas de 120 ejemplares entre hembras y machos y entre ellos el grueso. que es una verdadera maravilla. Los tenemos como a 250 metros, pero con los prismáticos se distingue perfectamente el pavo. Nos han detectado y están nerviosos. Cuando me voy a bajar del caballo para intentar entrarlos, echan a correr de inmediato. Volvemos a montar y tratamos de cortarlos por un desnivel que hace el terreno. Volvemos a ver la manada como a 300 metros y así nos la juegan como 5 o 6 veces mas de la misma forma, está complicado el asunto. Están muy alertados y no hay forma de volver a encontrarlos, seguramente han traspuesto y se han ido al quinto coño. Volviendo en su búsqueda vemos otra gran manada muy lejos, lo menos 600 metros. Nos bajamos de los caballos antes que nos detecten y nos acercamos acortando la distancia a pie, para ponernos a unos 250 metros. En esta manada está el otro ciervo, el que tiene la gran horquilla ( Estos ciervos originarios de La India, tiene un trofeo de solo tres puntas por cuerno, la luchadera y la horquilla )

Héctor me dice que debería intentar matar este ciervo, que es una maravilla y medalla de oro sobrado. Tiene mucha mas puntuación que el grueso. A mi se me ha metido en el magín el otro, pero falta menos de una hora para anochecer y me decido por este, pues va a ser imposible buscar y entrar al primero. Entrar a estos ciervos es complicadísimo, pues tienen un nivel de alerta tremendo y una vista prodigiosa a la distancia. Además estando el macho en una gran manada como esta, son muchos ojos vigilando. Dejamos al correntino mirando la jugada y nos comenzamos los dos a arrastrar por el suelo pinchándonos las manos y las rodillas a muerte pues por aquí todas las matas y árboles tiene pinchos lacerantes. Conseguimos por fin ponernos a unos 100 metros de la gran manada y están entre un bosquecillo de quebrachos que nos dejan ver solo la oreja de una cierva, el cuello de un ciervo o el rabo de otra. Tenemos que esperar que el gran macho quiera descubrirse y ofrecerme un tiro, que sin duda tendrá que ser rápido y sin mas oportunidad, dada la posición de los ciervos.

Por fin Hector me indica que el macho que queremos, se viene hacia mi ángulo de visión y de tiro. Sentado con el codo en la rodilla y el visor en 6 aumentos me pasa por la cruz despacito el venado y en ese momento aprieto el disparador del Sako 25.06. Siento el zap a la perfección pero desaparece de nuestra vista entre una barahúnda de patas, cuellos, cuernas y orejas. Recargo y echamos los dos a correr tras ellos, encontrando al precioso macho tumbado como a unos 50 metros del tiro, pero vivo y parece muy entero e intenta levantarse. Lo remato con emoción y pena a la vez ¡ Que bonitos son estos ciervos Axis !

Feliz con mi gran trofeo y agotado después de la interminable jornada tras los guarros rematada con la caza del axis

Con José el gaucho correntino y mi trofeo

Con mi buen amigo y grandísimo cazador Héctor



Sacamos de pecho el ciervo y lo medimos, 106 cm de largo. Medalla de oro SCI. Además lo aviamos, pues vamos a aprovechar toda la carne que en estos venados es excepcional. Me llevo los dos lomos. Héctor los dos jamones y dejamos al bueno de José las paletas y costillares lo que nos agradece enormemente.

Nos lavamos un poco la cara en el pilón de la casa y emprendemos camino de vuelta hacia Buenos Aires, molidos pero con el alma llena. Mañana me van a doler hasta las pestañas.

¡Volveré, seguro que volveré!