domingo, 21 de enero de 2018

Travesía en barco por el lago argentino . Glaciares Upsala y Spegazzini


En los varios dias que pasamos en Calafate queríamos lógicamente hacer el mayor numero de excursiones posibles, procurando no dejar nada o casi nada por ver.

Esto es difícil en solo unos días pues aunque algunas personas, argentinas si, pero eminentemente urbanitas nos dicen que con los 6 días que tenemos nos vamos a aburrir y con 3 o 4 esta todo visto, uno puede pasar 15 días en el parque y seguir descubriendo lugares espectaculares e insólitos.

Elegimos para el primer día hacer un recorrido en barco por el lago argentino, son como 200 kilometros en barco por los varios brazos de este inmenso lago. Es la única forma además de acercarse a dos de los glaciares mas importantes e imponentes pues dada su fragilidad y tendencia a romperse no puede uno acercarse a ellos de otra manera, ni mucho menos caminar sobre ellos como si sucede con el mas conocido internacionalmente. El Perito Moreno y que visitaremos y caminaremos al día siguiente.

Embarcando en puerto Bandera

Arrancamos la travesía, la primera media hora de navegación y hasta la aproximación a los primeros icebergs, debemos permanecer sentados y dentro del barco

En la barandilla de popa. El día comenzó relativamente despejado y en calma. Terminó con vientos huracanados, cielo negro como la noche y aguanieve cayendo constantemente

Son los glaciares Upsala y Spegazzini de 870 y 66 kilomteros cuadrados respectivamente.
El primero, el mas grande de todos con esa brutal superficie que se acerca a los 900 kilometros cuadrados y una altura de 125 metros en su frente, lo recorremos con el barco ampliamente sorteando tremendos cascotes en forma de iceberg de los que este monstruo va desprendiendo y que navegan a la deriva por el lago azul turquesa hasta desaparecer en la nada. La travesía en barco es verdaderamente espectacular y algo único entre los miles de viajes en barco que uno puede hacer en este mundo. Al menos al alcance del turista común.

Pasamos muy muy cerca de algunos icebergs, que no son mas que cascotes inmensos desprendidos del glaciar, si se tiene la suerte de ver desprenderse uno, nunca se olvida el estruendo y el zampoñazo que pegan al caer al agua sobrecoge

Icebergs. Vistos así en foto no lo parece pero el tamaño de algunos de estos es 10 veces el barco en el que navegamos y eso que como todos sabemos, asoma fuera del agua solo una pequeña parte de lo que hay

Comienza a ponerse feo el día, esta zona es como el Yukón o ciertas montañas de Canadá donde el tiempo puede cambiar 50 veces en un mismo día y "siempre puede empeorar"

Como mas atrás comentaba, no es posible acercarse en barco a mas de 100 metros aproximadamente de este monstruo glaciar pues seria peligrosísimo ya que esta constantemente desprendiendo cascotes del tamaño de un edificio de grandes que se convierten en icebergs de un color turquesa imposible. Mucho menos puede uno caminarlo evidentemente. Los vientos en este lugar del mundo son huracanes en si mismos. Tal pareciera que aquí se fabrica el viento para todo el mundo y desde aquí viaja por el resto de la tierra.

El color de los icebergs es irreal completamente, no se aprecia en fotografía en su esplendor, aunque da una idea

Este iceberg superaba en bastante el tamaño del barco, acojonaba a veces pasar junto a algunos cascotes

El color turquesa de las aguas del lago argentino es espectacular, algo nunca visto por mi, los ibones glaciares de Pirineos pueden dar una idea, pero ni se aproximan a estos tonos provocados por las constantes roturas del glaciar vertiendo al lago

En la cubierta del barco hay que agarrarse fuerte pues el viento bien puede lanzarte por los aires al gélido lago, siendo este el final de todo claro está. Los cristales de hielo, bien desprendidos del glaciar o de los icebergs o bien del constante granizo fino que cae canto habitualmente en este lugar inhóspito te cortan la cara a la velocidad que el viento los lanza contra ti.

De lejos el Upsala ya sobrecoge

Lengua de hielo bajando junto a los espesos bosques que rodean los glaciares

Campo de hielo

Mucha gente opta por quedarse dentro del gran camarote provisto de asientos y ver el sobrecogedor espectáculo por las acristaladas ventanas, nosotros obviamente nos pasamos las varias horas que dura la travesía en la cubierta del barco, tanto en la de babor como en la de estribor ¡ no faltaba mas ! como para perderse este espectáculo en vivo por un poco de viento, frío y granizo.

Campo de hielo

Campo de hielo

La visión de los icebergs desprendidos del glaciar, que es lo primero que uno encuentra al acercarse a este, como del propio frente del Upsala, es algo incluso irreal, dada la magnitud de estos y la falta de algo comparativo en nuestras mentes. Tal es su belleza y tamaño.

Lanzo miles y miles de fotos de todo este espectacular viaje en barco, incluso 40 o 50 veces la misma toma prácticamente, y es que no se cansa uno de disparar fotografías en este lugar. Cada iceberg, cada ángulo desde el que se observa el tremendo glaciar y consiguen verse matices distintos del hielo patogónico, colores distintos, formas distintas...Una locura.

Otro barco pasando junto a una de las piedrecitas de hielo, es un barco bastante grande, esto da una idea del tamaño de los icebergs que no son mas que trozos que el glaciar va soltando a la deriva

Paolita y yo con un tremendo iceberg de fondo

Llevo la cámara reflex con ambos objetivos, pero no puedo permitirme andar cambiándolos como hubiera sido lo suyo según lo que quisiera retratar en cada momento, pues la inestabilidad de la cubierta, y el remojo constante hubieran puesto en serio riesgo los objetivos, muy caros para andar jugando. La cámara la llevo bien amarrada con su correa.

Finalmente llegamos al puerto Bandera, extasiados y borrachos de imágenes en la retina. Tan bellas que no recuerdo haber visto algo tan impactante en toda mi vida. Estamos agotados y con ganas de una duchita y un descanso. Desde dicho puerto hay que recorrer unos 80 kilometros hasta nuestro hotel y cuando arribamos en el está anocheciendo. Nos duchamos y aunque agotados nos acercamos una noche mas a cenar a La Tablita un cordero patagónico regado con buen vino de Mendoza.

Mañana nos espera la excursión mas dura de las que vamos a realizar. El conocido como Big Ice que no es mas que una travesía de barco de una hora hasta apearnos al borde del Perito Moreno un trekking por los fabulosos bosques que lo circundan de una hora aproximadamente y otro de tres horas crampones puestos, por encima de la superficie viva del majestuoso glaciar de hielos en perpetuo movimiento. No se si tendré que cargar con Paola a cuestas alguna parte de la travesía, esperemos que no y que lo resista.

Nunca olvidaré al principio de conocernos cuando quise subirla al Naranjo de Bulnes para enseñarle una de mis pasiones. Cometí además el error de querer que hiciera la travesía completa desde Invernales del Texu, en lugar de subir en coche hasta el collado Pandébano, lo cual la hubiera acortado bastante hasta los pies del Naranjo. En la vega del Urriello. Siendo esta una travesía que yo había hecho muchas veces al igual que desde el teleférico de Fuente Dé y por los Horcados Rojos, me pareció la mas asequible de las dos para un novato en la montaña. No me di cuenta que era mucha tela para un no indicado igualmente. Me dio uno de los peores días en la montaña de mi vida y mira que he pasado días malos en la montaña, negociando con nevadas, tormentas o incluso perdido durante horas. Pues nada comparado con la bronca que fui asumiendo aquel día de la feliz ocurrencia.

Han pasado ya bastantes años desde aquellos primeros escarceos montañeros para la Paolilla en los Picos de Europa y está mas acostumbrada, así que esperemos lo resista bien. Mi temor en este caso es el tema de hacerse sobre hielo y con crampones, ya que tiene su cierta técnica y ella jamás se ha puesto siquiera unos crampones. Veremos...

Son tan espectaculares las imágenes de esta travesía en barco por el lago argentino que no veo necesario alargar mas este texto, como dice el viejo refrán vale mas una imagen que mil palabras. Y que cierto es.