domingo, 25 de junio de 2017

BSAS En la calle


Buenos Aires, gran ciudad, es al mismo tiempo como un pueblo lleno de mercadillos. La venta ilegal o informal como dicen por aquí de productos de todo tipo en plena calle abruma.


El comercio aquí es en un 76% informal, impresionante. Esto no tiene control ninguno por parte de las autoridades, como casi nada en este país. Perdón si lo tiene, las autoridades son la propia mafia que se beneficia de esta locura.


Escuchaba el otro día, una noticia que reconocía que el 89% del textil que se vende en Argentina, está fabricado en talleres ilegales. Con niños trabajando en régimen de semi-esclavitud, inmigrantes peruanos, bolivianos etc...En régimen de completa esclavitud y mujeres que realizan jornadas de trabajo de más de 18 horas diarias por salarios de 200 US Dollar al mes.


En cuanto a la venta de productos alimenticios en plena calle sin control sanitario alguno, es punto y a parte. la falta de higiene en algunos de estos puestos de venta clandestinos da miedo verdadero.
En otra futura entrada que dedicaré a las zonas mas miserables daré cuenta gráfica de todo esto.


Las fotografías que acompañan esta entrada son básicamente de puestos de venta callejera pero medianamente limpios, con la sanidad necesaria y controlados en régimen de legalidad total, si es que existe ese termino por aquí.


A los argentinos, también a los de dinero les encanta este tipo de mercadillos ambulantes, con venta directa de productos. Pero también con venta de comidas mas o menos rápidas, en vehículos tipo food trucks, compran y comen allí mismo en plena calle.


Anexo a los puestos mas o menos legales, siempre se pone algún vendedor de archiperres varios, inútiles en su mayoría, acompañados de los mates que usan para la yerba.


Algunos llegan al mercadillo, en curiosos vehículos que ellos mismos se han fabricado, o tuneado, creatividad les sobra la verdad y afición al "bricolaje" también atesoran los argentinos de a pie.


No faltan siquiera en las calles mas lujosas y caras de la ciudad, el consabido carrillo viejo y destartalado de algún individuo que recoge cartón y papel, este "gremio" por llamarlo de alguna forma también es una mafia con control de vaya usted a saber quien, un político desde luego. No existe el reciclaje tal y como nosotros lo conocemos, pero si el re-aprovechamiento continuo de materiales. La verdad que es otra forma de reciclar.


Los camiones como ningún otro vehículo en esta ciudad, respeta norma alguna de trafico. Aquí la norma es precisamente la ausencia de normas y siendo cierto que hay bastantes mas accidentes y sobre todo atropellos que en nuestro mundo, no hay tantos como cabría esperar dada la ausencia total de normas y de civismo.


La falta de educación y civismo de mucha gente, es verdaderamente lamentable, tanto entre la gente mas pobre, como entre los mas ricos, no sé muy bien cuales son peores en este sentido la verdad. A menos de 30 metros a la izquierda de este árbol, se encuentran unos servicios portátiles que han instalado para la feria. Muchas calles están sucias constantemente, llenas de papeles y de residuos de todo tipo, no existen papeleras y el alcantarillado es muy deficiente, incluso en barrios buenos.


Pero a pesar de todo esto, es esta una ciudad encantadora, preciosa y peculiar. Como de otra época. Las calles adoquinadas del barrio de Recoleta tienen un encanto especial.


Y el urbanismo es cuasi perfecto en el centro de la ciudad, con anchísimas avenidas de mas de 15 kilómetros de largo algunas de ellas que cruzan la ciudad casi entera de parte a parte.



Es tarde, mi reloj indica que hay que dejar la sesión fotográfica por hoy e ir a casa a comer algo, pero continuara...

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