domingo, 6 de agosto de 2017

Jardín japonés


Hoy hemos dado una vueltecita por el jardín japonés de Buenos Aires, merece la pena. Se celebraba, precisamente hoy 5 de agosto el 50 aniversario de su inauguración y hemos aprovechado para sacar algunas fotillos e ir a comer un poco de sushi, que lo hacen bueno de verdad. De lo mejorcito que he probado, que es bastante, pues me gusta.

De camino también he sacado alguna foto. La verdad que no muchas pues el camino es corto, escasas 5 manzanas desde casa cruzando Figueroa Alcorta.

Os pongo esas fotillos:



He tirado una foto al museo MALBA, un museo bastante bonito que alberga piezas de arte moderno latinoamericano. Por su puerta el típico carrillo para recoger cartón.



También se pasa por La Dolfina, un local bastante particular. A caballo entre una tienda de ropa de polo y un bar para tomar unas cervezas. Bastante original y bien puesto.





Había este fin de semana la típica feria de pueblecitos de comida y venta de productos en el cruce con Jeronimo Salguero. Con algunos músicos callejeros amenizando el espléndido día de sol.


Pasando las ultimas torres, encontramos la entrada al jardín. Todo color, todo naturaleza, es un lugar que aun estando en pleno centro, relaja bastante.



Estaba a tope de gente el jardín. Seguramente deseando como nosotros solearse en algún lugar agradable, pues llevábamos casi dos semanas de lluvias constantes, ya cansaban...



Todavía sin terminarse el invierno no está el jardín en todo su esplendor, pero no me cabe la menor duda que cuando arranque la primavera tiene que ser un verdadero espectáculo de flores de todas clases. Vendremos para verlo, seguro.



Algunos de los arboles y plantas ya están empezando a florecer, pero son los menos todavía. Dentro de un mes será un espectáculo digno de fotografiar.



Los estanques... tan japoneses están repletos de carpas. Algunas de un tamaño bestial, quizá 20 0 25 kilos. Deben llevar por aquí los 50 años que tiene el jardín algunas de ellas. Y los malditos cormoranes que son plaga por todo el mundo.



Los distintos jardines separados por lagos y pasadizos, hacen para la gente a la gente de una especie de circuitos de paseo. Algunos puestecitos que sirven bebidas o café también están llenos. Siempre viene bien un descanso y un refrigerio después de varios kilómetros caminando para poder recorrer todo el jardín.



Y mucha gente haciendo fotos, también. Además de con los consabidos teléfonos móviles, también algunos pertrechados de cámaras de todo tipo. Hay bastantes aficionados a la fotografía en Buenos Aires.





Algunos rincones son remansos de paz con cascadas y riachuelos al mas típico estilo japonés. El sonido del agua mezclado con el solecito son de lo mas relajante.





Y nos dirigimos a la salida por puerta distinta de la que entramos. Después de probar las excelentes especialidades japonesas buenas de verdad del restaurante nipón del jardín.





Una tortolilla, de las miles que rondan por los parques de esta ciudad, nos despide hasta otro día. Cuando llegue la primavera tendremos que repetir el agradable paseito por dominios japoneses. Y volviendo para casa saco algunas cotillos mas de la gente que nos rodea por el camino...



Resulta curiosa la cantidad de Vizlas ( bracos húngaros ) que hay en Argentina. No es un perro excesivamente común en España. Siquiera entre los cazadores de pluma que prefieren braco alemán, setter o pointer en general. Es un perro magnifico el Vizla. Siendo muy bueno con la pluma y con el pelo. Un buen amigo hace muchos años tuvo uno y disfruté cazando conejos con el como si de un podenco se tratara.




Hasta otra!!!


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